En la mencionada entrevista, Seyfried expresó su creencia de que «todo sucede por una razón» y se mostró agradecida por la oportunidad de actuar en un proyecto tan significativo como Wicked. Aunque inicialmente decepcionada por no haber obtenido el papel, Seyfried demostró ser una profesional consumada y continuó trabajando en su carrera con determinación y pasión.

La controversia en torno a la asignación del papel de Glinda en Wicked generó un debate entre los seguidores de ambas actrices, quienes expresaron su apoyo y admiración por Seyfried y Grande respectivamente. Mientras que algunos elogiaron la decisión del casting y la actuación de Grande en el papel, otros manifestaron su descontento y creencia de que Seyfried también hubiera sido una elección válida y talentosa para el papel.

En última instancia, la rivalidad entre Amanda Seyfried y Ariana Grande en la industria del entretenimiento demostró ser una fuente de interés y discusión para los seguidores de ambas estrellas. La competencia por roles icónicos en películas populares como Wicked refleja la intensidad y la competitividad que prevalecen en la industria del cine y la televisión. A pesar de los desafíos y obstáculos en el camino, tanto Seyfried como Grande continúan demostrando su talento y dedicación a sus respectivas carreras artísticas.

En resumen, la historia detrás de la asignación del papel de Glinda en Wicked a Ariana Grande y la experiencia de Amanda Seyfried durante el proceso de audición han sido temas de interés y debate en la comunidad del entretenimiento. La rivalidad entre ambas actrices ha generado una serie de opiniones y reflexiones sobre el mundo del cine y la actuación, demostrando la pasión y el compromiso que caracterizan a los artistas en la búsqueda de sus sueños y aspiraciones profesionales.