Parece lejano, pero esto tiene que ver con su Afore. California arde y no hay solución, muchos dicen que el cambio climático es la razón.
Ayer algunos supimos que BlackRock, dirigida por Larry Fink, un visitante frecuente del expresidente López Obrador en Palacio Nacional, se retira de la Coalición Climática que pretende el cuidado del medio ambiente ¿Les vale? ¿Me vale?
¿Cómo van sus cuentas de Instagram y Facebook? Las mías no son mejores ni peores desde este 7 de enero. Ignoro si me tienen preparada una fiesta de posts de Gerardo Fernández Noroña en toalla. Hasta el momento, business as usual.
Esta semana, el fundador de esas redes sociales avisó que se acabaron los límites.
Viene de regreso la política a las cuentas de todos y que, entre otras cosas, ustedes pueden expresar libremente su punto de vista sobre las preferencias sexuales de sus vecinos, por ejemplo. Salvo por lo ilegal, dijo, todo se vale.
Adiós filtros, bye, coalición climática. Ambos sucesos de esta semana parecen conectados.
Varias Afore mexicanas son clientas de BlackRock, que administra parte de sus recursos y los invierte en compañías, por eso, ésta a su vez controla acciones de muchas empresas, algunas tan visibles como Coca Cola Femsa en México, o Meta, la dueña de Facebook, que es estadounidense, pero apuesto que tiene una relación más cercana con ustedes que sus papás.
Lo que sucede revela algo profundo. El péndulo de la gente se fue al otro lado.
De la radicalización de algunos que buscaban incluso un cambio forzoso del lenguaje, al otro extremo, el del “me vale”.
¿Recuerdan todavía las siglas ESG? Refieren las palabras en inglés Environment, Social, y (Corporate) Governance, nacidas en el seno de la ONU para motivar que las empresas cuiden el medio ambiente, la sociedad a la que atienden y a la propia empresa para que sus empleos y prosperidad continúen. Pero esa historia del ESG se muere, a decir del Wall Street Journal, que reveló el cambio en BlackRock.
“BlackRock se retira de una iniciativa climática patrocinada por las Naciones Unidas, un notable cambio de sentido para una empresa que alguna vez fue un símbolo del movimiento de inversión ambiental, social y de gobernanza.
“El administrador de activos más grande del mundo les dijo a sus clientes en una carta el jueves que se ha retirado formalmente de la iniciativa Net Zero Asset Managers, un grupo internacional de administradores de activos comprometidos a apoyar el objetivo de emisiones netas cero de gases de efecto invernadero para 2050”, agregó ese medio neoyorquino.
¿Qué pasó? Que ese gigante financiero fue demandado por Texas, Oklahoma y otros estados republicanos que alegaron que su participación en grupos de alianzas climáticas violaba sus obligaciones fiduciarias con los inversores.
Vaya, que lo que quieren son rendimientos, a como sea. Luego hablamos de conservar el planeta.
Si por esa liberación, BlackRock descuida su responsabilidad con los chavos que heredan la Tierra, que le recuerden cuando todos tengan una cuenta de Afore. Por ahora, mandan quienes quieren jubilarse cómodamente. Esta compañía busca ganancias y si las consigue invirtiendo en carbón y petróleo, pues que así sea. Es lo que quiere también el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
¿Ampliará esa empresa inversionista sus “libertades”?
Hasta ayer, BlackRock era propietaria del 7.4 por ciento de Meta, de acuerdo con datos revelados por Bloomberg. Será interesante ver si eleva su posición, luego del anuncio de Zuckerberg ¿Dañará eso a la sociedad? Ya veremos.
Ojo, muchas empresas todavía buscan reducir su impacto ambiental. Las más grandes tienen un compromiso público también con el cuidado de la sociedad.
No todas. Ayer, el medio estadounidense Techcrunch reveló que los empleados de Tiktok en California, afectados en sus casas por los incendios, deben reportarse o de lo contrario, usar los días que tienen asignados para enfermedad, para justificar sus faltas ¿También están dando un giro? ¿Lo de los incendios les vale?
