Hezbolá confirmó la muerte de su líder Hassan Nasrallah tras un ataque aéreo israelí en Beirut. La organización chiita libanesa, en un comunicado, describió a Nasrallah como “el Maestro de la Resistencia”, jurando continuar la lucha contra Israel. Horas antes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían informado que Nasrallah fue eliminado en un ataque dirigido hacia el cuartel general de Hezbolá, escondido bajo un edificio residencial.
El teniente general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de Israel, destacó que la operación fue resultado de una extensa preparación, ejecutada con precisión. Este asesinato representa un golpe crucial para Hezbolá y, según analistas, podría escalar las tensiones en la región.
En respuesta, Irán, patrocinador de Hezbolá, condenó el ataque, calificándolo como un “crimen de guerra”, mientras que la comunidad internacional espera con incertidumbre las posibles repercusiones del asesinato de Nasrallah, considerado uno de los líderes más influyentes de la resistencia chiita.
