Bienvenidos amantes de la gastronomía. Dentro de la gastronomía mexicana, las cantinas son templos erigidos al disfrute de los sentidos. Algunos de ellos son verdaderos celadores de platillos que han sobrevivido, gracias a que se siguen cocinando en sus fogones.
Es por eso que hoy quiero hablarles de estos lugares tan maravillosos, y si tienen la oportunidad, vayan y dense un verdadero festín en todos los sentidos. Las cantinas en nuestro país se destacan por ser un lugar para pasar un buen rato, echando “el trago” con los amigos o la familia, acompañados de deliciosa botana y muchas veces escuchando música; sí, todo al mismo tiempo.
Además de las cantinas tradicionales, que son un reflejo de la cultura española muy bien mezclada con la cultura local, también tenemos un concepto nuevo: el de las cantinas contemporáneas. A ustedes, estimados lectores, les toca decidir cuáles les gustan más, si las tradicionales o las contemporáneas.
Las cantinas tradicionales generalmente se encuentran en el centro de la ciudad y son establecimientos, algunos de ellos con más de 100 años de historia, hasta otras “más recientes”, de mediados del siglo XX.
Entre ellas, podemos encontrar un clásico: el “Bar la Ópera”, recinto precioso con mobiliario antiguo de madera, muy afrancesado, y que ahora más que cantina funciona como restaurante, pero vale la pena comer en el lugar, que se destaca por sus platillos como pulpos, caracoles al chipotle (que es un plato de la casa), y como ahora estamos en temporada, pueden pedir sus famosos chiles en nogada.
Desde 1876 que inició operaciones hasta el día de hoy es un lugar al que se tiene que ir “sí o sí”. Se ubica en Av. 5 de Mayo número 10, Centro Histórico de la CDMX.
Otro lugar, un poquito más antiguo, pero que sí que conserva su esencia tradicional es la “Cantina Tío Pepe”, ubicada en Av. Independencia 26, Centro histórico. Tiene una hermosa barra de madera del Cognac Hennesy y además de tener degustaciones de destilados y cocteles, ofrecen una cerveza llamada “Charro”, una Pilsner Premium, cerveza tipo lager de color dorado, sabor suave y amargor moderado, que se caracteriza por su aroma a lúpulo y su espuma blanca y cremosa.
Un lugar más “moderno”, pero todavía clásico, es “La Faena”, una cantina fundada en 1954 con ambiente taurino que es una mezcla de lo que es nuestro país: mesas de madera con sillas de plástico, cuadros de toreros que decoran las paredes y trajes de luces, con comida atractiva para el cliente, como caldo de camarón para levantar a un muerto, quesadillas de papa, sopes, chicharrones o molcajete de carnes que acompañan las bebidas de los comensales, ubicada en Venustiano Carranza número 49 en el Centro Histórico.
Ahora vamos a salir del centro de la ciudad, para trasladarnos a otros tres lugares donde se destacan sendas cantinas contemporáneas, que les recomiendo no duden ir a visitar. Tenemos en primer lugar “La No. 20″, que se encuentra en Polanco, colonia reconocida por ser una de gran “abolengo”, en la calle de Andrés Bello número 10.
Se destaca por su gran ambiente, su gastronomía mexicana contemporánea y una amplia mixología. Con platillos innovadores como las “quesabirrias” que son quesadillas con birria de res y salsa de chile de árbol; sopes de tuétano, longaniza a la cerveza, ceviches, tiraditos, caldo de camarón, entre muchos otros platos. Todo dentro de un ambiente muy estético y moderno.
“Salón Ríos”, enclavado en la colonia Cuauhtémoc, en la calle de Río Nilo número 71; es una cantina contemporánea que además de los tragos de gran calidad que ofrece, su especialidad es el chamorro, la pieza de carne que se desprende del hueso, con el que te puedes hacer unos deliciosos taquitos con tortillas hechas a mano, acompañada por supuesto de arroz rojo y unos elegantes frijoles refritos.
Y cerramos con “La Gloriosa”, esta cantina inspirada en la lucha libre y los mercados mexicanos conjuga un moderno mobiliario pero colorido. Está dentro del Hotel Le Meridien, ubicado en Paseo de la Reforma número 69; ahí encontramos este lugar donde se honra a la comida mexicana.
Desde entradas como guacamole casero y sopes de chicharrón, pero también ensaladas como la de betabel rostizado con queso de cabra, y cremoso de aguacate, como un buen Rib Eye con salsa de cinco chiles, acompañado de una mermelada de higo y puré de papa rústico. No dejen de probar su Pork Belly, que se sirve acompañado de una ensalada de quelites, rábanos y zanahorias rostizadas.
Ya sea que prefiera las cantinas tradicionales o las contemporáneas, vale la pena darse una vuelta en estos templos de la gastronomía nacional.
Bon appetit.
Cat Soumeillera en X: @CSoumeillera
Descubre más desde Noticias al Momento
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.