Círculo íntimo de Kamala Harris se prepara para la batalla del tramo final hacia las elecciones​

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Forbes México.
Círculo íntimo de Kamala Harris se prepara para la batalla del tramo final hacia las elecciones

Kamala Harris se está preparando para la pelea de su vida, a juzgar por su círculo íntimo.

La vicepresidenta se ha rodeado de un grupo de operadores probados, muchos de ellos mujeres negras que han estado involucradas en la política demócrata durante décadas, mientras se prepara para tres meses brutales de campaña antes de las elecciones del 5 de noviembre.

El senador estadounidense Laphonza Butler de California, por ejemplo, adoptó un tono optimista esta semana cuando le preguntaron en MSNBC sobre la posibilidad de que Harris se enfrente a un aluvión de ataques sexistas y racistas.

“Traelo”, dijo, “porque no somos nuevos en esto”.

El unido grupo de asesores es ferozmente leal a Harris y apasionado por su carrera; muchos de ellos la han guiado desde que era recién llegada a Washington cuando se unió al Senado en 2017, según entrevistas de Reuters con cuatro personas con conocimiento directo de sus confidentes más cercanos.

Algunos miembros del grupo presionaron en privado a Joe Biden para que eligiera a una mujer negra (Harris en particular) como su compañera de fórmula en 2020 en un momento en el que solo se había comprometido públicamente a nombrar a una mujer, dijeron las personas, que pidieron el anonimato para discutir el asunto.

El círculo íntimo de Harris incluye asesores y aliados como Minyon Moore, presidenta del Comité de la Convención Nacional Demócrata, la copresidenta de las reglas de la convención Leah Daughtry, la miembro del Comité Nacional Demócrata (DNC) Donna Brazile y Tina Flournoy, ex jefa de gabinete de Harris, dijeron las personas.

No son ajenos al poder: muchos de ellos sirvieron en la presidencia de Bill Clinton entre 1993 y 2001.

Harris, una sustituta de última hora en la cima de la lista después de que Biden se retirara, puede necesitar toda la ayuda que pueda conseguir, a pesar de que su campaña ha tenido un comienzo sólido.

Harris sigue sin haber sido puesta a prueba políticamente en el escenario nacional, a pesar de ser una exsenadora del estado más poblado de Estados Unidos, California. Se retiró anticipadamente de las primarias demócratas de 2020 y está detrás de su rival republicano Donald Trump en algunos estados clave en la carrera de este año, según las encuestas de opinión.

En un área, Harris muestra signos de ruptura con el pasado. En lo que va del año, algunos miembros de su familia (que durante mucho tiempo estuvieron entre sus asesores más cercanos) han desempeñado un papel menos destacado que en su campaña de 2020.

La hermana menor, Maya Harris, quien dirigió esa campaña de corta duración, ha estado mayormente ausente durante los momentos clave esta vez, dijeron tres de las personas familiarizadas con la campaña de Harris.

Los asesores y familiares incluidos en este artículo se negaron a hacer comentarios o no respondieron a las solicitudes de comentarios. La campaña de Harris no hizo comentarios.

El vicepresidente de 59 años enfrenta una carrera reñida y necesita estar preparado para una ola de ataques, dijo el estratega demócrata Anthony Coley.

Trump ha llamado a Harris “loca”, “desquiciada”, “tonta como una piedra” y ha cuestionado su identidad al sugerir que anteriormente había restado importancia a su ascendencia negra. Algunos republicanos en el Congreso la menosprecian por ser una contratación que promueve la diversidad. Activistas de derecha y trolls la han difamado en línea con comentarios racistas y sexistas.

El círculo interno está “probado en batalla de una manera que será útil durante los próximos 99 días”, dijo Coley.

“Va a ser rápido, va a ser furioso, va a ser profundo. Y hay que tener gente que sepa cómo responder con rapidez e inteligencia a este tipo de ataques”.

La campaña de Trump no respondió a una solicitud de comentarios para este artículo.

Las mujeres con años de experiencia dirigiendo la Casa Blanca y haciendo campañas electorales también desempeñan roles organizativos clave dentro del campamento de Harris.

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La batalla entre Trump y Harris está reñida

Lorraine Voles se desempeña como jefa de gabinete en la Casa Blanca; Erin Wilson es su jefa de gabinete adjunta; Sheila Nix es su jefa de gabinete en la campaña; Kirsten Allen se desempeña como su directora de comunicaciones de la Casa Blanca; y Rohini Kosoglu es una de sus asesoras más cercanas, quien ha trabajado para ella desde su época en el Senado.

Los analistas han reconocido a Voles, un veterano asesor y reparador de comunicaciones de Washington, como una fuerza estabilizadora dentro del círculo íntimo de Harris desde mayo de 2022, después de la agitación en su oficina que incluyó salidas en sus equipos de comunicaciones, seguridad nacional y otros.

“Lorraine es una fuerza de la naturaleza y una fuerza del bien que mira a los lados y juega para ganar”, dijo Chris LeHane, quien trabajó con Voles en la Casa Blanca de Clinton.

Voles fue subsecretario de prensa de Bill Clinton y posteriormente director de comunicaciones del entonces vicepresidente Al Gore y de la entonces senadora Hillary Clinton.

Algunos de los principales empleados masculinos en los que confía son Brian Fallon, un ex asistente de Hillary Clinton que dirige sus comunicaciones en la campaña; Ike Irby, quien se desempeñó como su asesor adjunto de política interna en la Casa Blanca hasta principios de este año; y Dean Lieberman, un asesor de seguridad nacional que anteriormente trabajó para el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

El estratega demócrata Joel Payne dijo que las personas que rodean a Harris tenían experiencia en la construcción de coaliciones, incluido el grupo de votantes que se unieron en torno a la fórmula Biden-Harris en 2020 y los que apoyaron a Obama en 2008 y 2012.

“Se trata de personas que tienen ese linaje… de esas épocas anteriores de la política demócrata y una comprensión de cómo reconstruir esas coaliciones del pasado”, añadió.

El asesoramiento de figuras como Moore, Daughtry, Brazile y Flournoy le brindan a Harris años de experiencia en la Casa Blanca de Clinton y en el DNC, y la capacidad política para navegar en un partido que no la abrazó por completo en los primeros años que fue vicepresidenta.

Estas mujeres también aportan un profundo conocimiento de Washington y vínculos con sus poderosos agentes. Le dan a Harris una ventaja sobre Trump, según Marcia Fudge, copresidenta de la campaña de Harris y exsecretaria de Vivienda de la administración de Biden.

“Le aporta un nivel de experiencia que su gente no tiene”, dijo Fudge a Reuters.

La campaña de Trump está construida alrededor de un puñado de asesores políticos leales y poco conocidos, que lo ayudaron a barrer con múltiples rivales republicanos en las primarias.

Otra caja de resonancia para Harris es la senadora Butler, una organizadora sindical que conoce a Harris desde que era fiscal de distrito de San Francisco a principios de la década de 2000 y se desempeñó como asesora principal de su campaña de 2020. Con sus vínculos sindicales, Butler ofrece un puente hacia la comunidad laboral, un importante electorado demócrata para Harris.

Esta semana, el sindicato United Auto Workers respaldó a Harris para la presidencia, lo que le supone un posible impulso en el estado clave de Michigan.

Matt Bennett, cofundador de Third Way, un grupo de estrategia política, dijo que este equipo ayudaría a Harris a presentarse como una persona políticamente de centro, y al mismo tiempo atraería a los votantes de izquierda.

“Entienden cómo posicionarla como moderada”.

Aunque los familiares juegan un papel menos destacado en esta campaña, son fuertes partidarios.

El cuñado de Harris, esposo de Maya, Tony West, director jurídico de Uber y ex fiscal general asociado de la administración Obama, ha estado al lado del vicepresidente durante momentos claves del proceso este año.

La acompañó en viajes mientras la propia campaña presidencial de Biden se derrumbaba y luego nuevamente en la sede de la campaña de Harris en Wilmington, Delaware, donde Harris se dirigió a los líderes y al personal de la campaña por primera vez como candidata presidencial.

“Es un socio intelectual, sin rol formal”, dijo una de las personas con conocimiento de la campaña.

El marido de Harris, Doug Emhoff, sigue siendo el principal animador.

La ex abogada de 59 años ha realizado una intensa campaña electoral, visitando una clínica de abortos en Maine, haciendo campaña en New Hampshire y canalizando lo que Vanity Fair llama “esposa profesional”.

Con información de Reuters.

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