A propósito de los 50 años del fallecimiento de Perón: fútbol, militares y memoria​

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A propósito de los 50 años del fallecimiento de Perón: fútbol, militares y memoria

En Buenos Aires es imposible no encontrarse con murales que se refieran a Diego Armando Maradona, Lionel Messi, Evita y Juan Domingo Perón.

Es comprensible, tienen a los mejores jugadores de futbol del mundo y al inventor del populismo.

De este último, que el 1 de julio se conmemoraron los 50 años de su fallecimiento, un afiche, colocado a la largo de la avenida Mayo lo recordaba y citaba al general: “retempla mi espíritu estar en presencia de este pueblo que toma en sus manos la responsabilidad de defender la patria.”

En letras resaltadas se especifica el mensaje al destacar, “Juan Domingo Perón. Nuestra mejor historia.”

Pero lo que hay también, son las huellas sobre el paso de una dictadura militar, la de Jorge Rafael Videla, que fue un verdadero espanto, donde las aberraciones fueron cotidianas, y las violaciones a la integridad de miles de argentinos se constituyeron en delitos de lesa humanidad, esos que no prescriben.

Placas a las entradas de edificios y escuelas recuerdan a los que no están, porque un día los soldados se los llevaron y ya no se supo de ellos.

Las Madres de la Plaza de Mayo tienen unas oficinas en la calle de Hipólito Yrigoyen, en casi la contra esquina del Congreso Argentino.

Ahí siguen, en lo suyo, más allá de los altibajos que da el paso del tiempo, pero con la dignidad que tienen las madres que buscan a sus hijos y las abuelas que no cejan en el empeño de encontrar a sus nietos.

Un taxista recordaba el Mundial de 1978. Mantenía un viejo reclamo, el que se le hacía a César Luis Menotti, el técnico de la selección, por no haber alineado a Maradona, entonces un jovencito que ya tenía, desde el Argentinos Junior, el toque que lo haría grande.

“Pero aquel campeonato del mundo, si bien lo ganamos fue extraño. En las calles los militares mataban a la gente, no se podía hablar con libertad y la desconfianza era generalizada”, señala el chofer que atesora la medalla, porque eso es, de haber visto jugar a Maradona desde las gradas.

El pasado, ya se sabe, es una sustancia peligrosa, y acaso por ello, diputados alineados al presidente Javier Milei han hecho visitas a la cárcel en la que se encuentra recluido Alfredo Astiz, un sujeto que, entre otros cargos, tiene el de secuestrar a madres de la Plaza de Mayo, a dos monjas francesas y a siete militantes que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz en diciembre de 1977.

En el centro de reclusión también está el ex capellán de la policía de Buenos Aires, Von Wernich, un cura implicado en el asesinato de siete personas y en 40 secuestros.

En el fondo, en el entorno de los militares acusados, hay la idea de convencer a Milei de dictar un decreto que especifique que el proceso penal no puede durar más de 25 años.

Las resistencias para que eso ocurra serán múltiples, pero los miliares tiene una aliada decidida en la vicepresidencia, Victoria Villarruel.

Es curioso, porque quizá el dique a que se instaure el revisionismo histórico provendrá de los que saben de futbol, pero que a la vez recuerdan la tristeza que envolvió al Mundial de 1978.

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Julián Andrade

  Red Forbes, Argentina  Leer más