Ante la demanda de espacios y la existencia de un parque de inmuebles que envejece, la Ciudad de México (CDMX) ve la llegada de iniciativas de intervención y rescate para darles un nuevo uso.En la lista de edificios, evaluada por inversionistas destacan los que además gozan de un valor histórico catalogado, que exigen distintos niveles de intervención, análisis y factibilidad que determinen su nueva funcionalidad.
Carlos Real, CEO de la firma Origen considera que esto es posible debido al interés de inversionistas y a que la ciudad necesita regenerarse al recuperar y modernizar inmuebles.La firma ha reconvertido distintos proyectos de rescate de barrios en México y España. Uno de ellos el antiguo corporativo ubicado en el centro histórico, que actualmente opera como el hotel Curio Umbral un resort boutique operado por Hilton, así como el Edificio Ermita, propiedad de la Fundación Mier y Pesado.”La restauración trata de hacer una arquitectura sincera, que genere monumentos en la ciudad que sean sostenibles en su operación porque la ciudad necesita regenerarse”, detalla Real.De acuerdo con los 3 niveles de intervención, un inmueble histórico debe pasar por distintas autorizaciones del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), análisis de factibilidad y determinación de uso.Actualmente el rescate máximo de un inmueble es el tipo C que da una vida útil adicional de 100 años, tiene un costo por m2 de 60 mil pesos, y en casos como la hotelería deja un retorno de al menos 6%.En el proceso se analizan fachadas, estructura, instalaciones y otros aspectos fundamentales para su operación. Se integran como cualquier proyecto de project management distintas empresas especializadas en las áreas a rescatar.En el caso del Edificio Ermita, un edificio proyectado por Juan Segura en 1932, intervinieron 9 constructoras y 8 proveedores que permitieron rescatar 9,800 m2 ejercidos con la generación de 200 empleos directos, y que recuperó su uso en vivienda y locales comerciales en la planta baja.Tras un proceso que inició en 2022, el edificio cuenta actualmente con 88 departamentos y 20 locales comerciales.”Esto es Tacubaya, no la Condesa ni San Miguel Chapultepec. Queremos que reviva no sólo por ser innovador respecto a sus usos como el habitacional, sino por lo que permitirá en la recuperación de la zona, al ser un detonador de la vida de barrio, los comercios e incluso un centro cultural”, asegura Real.Íñigo Lorenzo socio fundador en Origen indica que el potencial también se ubica en la asesoría con fundaciones, además de un plan de expansión soportado en la formación de grupos de inversionistas, que validen un ritmo de un promedio 3 proyectos al año, entre ellos los hoteles proyectados en la zona Sur de España.
Retrofit y posibilidades
Pese a su potencial, el rescate de inmuebles de segunda generación requiere de otras consideraciones.Francisco Andragnes, CEO de Homie cree que a pesar de que existen distintos inmuebles desaprovechados en la ciudad, el costo de reciclar no siempre hace sentido financieramente.Considera que para que haga sentido la fórmula, deben ser proyectos que permitan incluir en los números un eventual refuerzo estructural, habilitar plantas eficientes y otras consideraciones importantes al momento de validar.Es por ello, que usos como el multifamily hacen sentido en las reconversiones. Comentó que actualmente la firma que preside evalúa dos proyectos para aprovechar la disponibilidad de inmuebles.
El cambio de uso y huella ha sido evidente en segmentos como el mercado de oficinas, que durante la pandemia y los altos niveles de desocupación que llegaron a 23.5% de los 8 millones de m2 del mercado en CDMX encontró salida en procesos de reconversión.El retrofit ha sido una inercia explorada en distintas ciudades del mundo, pero en el mercado de la capital del país se generó un proceso de reconversión en edificios residenciales bajo el formato de coliving, vivienda institucional en renta, consultorios y hospitales de corta estancia.
Ante la demanda de espacios y la existencia de un parque de inmuebles que envejece, la Ciudad de México (CDMX) ve la llegada de iniciativas de intervención y rescate para darles un nuevo uso.En la lista de edificios, evaluada por inversionistas destacan los que además gozan de un valor histórico catalogado, que exigen distintos niveles de intervención, análisis y factibilidad que determinen su nueva funcionalidad.
Carlos Real, CEO de la firma Origen considera que esto es posible debido al interés de inversionistas y a que la ciudad necesita regenerarse al recuperar y modernizar inmuebles.La firma ha reconvertido distintos proyectos de rescate de barrios en México y España. Uno de ellos el antiguo corporativo ubicado en el centro histórico, que actualmente opera como el hotel Curio Umbral un resort boutique operado por Hilton, así como el Edificio Ermita, propiedad de la Fundación Mier y Pesado.”La restauración trata de hacer una arquitectura sincera, que genere monumentos en la ciudad que sean sostenibles en su operación porque la ciudad necesita regenerarse”, detalla Real.De acuerdo con los 3 niveles de intervención, un inmueble histórico debe pasar por distintas autorizaciones del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), análisis de factibilidad y determinación de uso.Actualmente el rescate máximo de un inmueble es el tipo C que da una vida útil adicional de 100 años, tiene un costo por m2 de 60 mil pesos, y en casos como la hotelería deja un retorno de al menos 6%.En el proceso se analizan fachadas, estructura, instalaciones y otros aspectos fundamentales para su operación. Se integran como cualquier proyecto de project management distintas empresas especializadas en las áreas a rescatar.En el caso del Edificio Ermita, un edificio proyectado por Juan Segura en 1932, intervinieron 9 constructoras y 8 proveedores que permitieron rescatar 9,800 m2 ejercidos con la generación de 200 empleos directos, y que recuperó su uso en vivienda y locales comerciales en la planta baja.Tras un proceso que inició en 2022, el edificio cuenta actualmente con 88 departamentos y 20 locales comerciales.”Esto es Tacubaya, no la Condesa ni San Miguel Chapultepec. Queremos que reviva no sólo por ser innovador respecto a sus usos como el habitacional, sino por lo que permitirá en la recuperación de la zona, al ser un detonador de la vida de barrio, los comercios e incluso un centro cultural”, asegura Real.Íñigo Lorenzo socio fundador en Origen indica que el potencial también se ubica en la asesoría con fundaciones, además de un plan de expansión soportado en la formación de grupos de inversionistas, que validen un ritmo de un promedio 3 proyectos al año, entre ellos los hoteles proyectados en la zona Sur de España.
Retrofit y posibilidades
Pese a su potencial, el rescate de inmuebles de segunda generación requiere de otras consideraciones.Francisco Andragnes, CEO de Homie cree que a pesar de que existen distintos inmuebles desaprovechados en la ciudad, el costo de reciclar no siempre hace sentido financieramente.Considera que para que haga sentido la fórmula, deben ser proyectos que permitan incluir en los números un eventual refuerzo estructural, habilitar plantas eficientes y otras consideraciones importantes al momento de validar.Es por ello, que usos como el multifamily hacen sentido en las reconversiones. Comentó que actualmente la firma que preside evalúa dos proyectos para aprovechar la disponibilidad de inmuebles.
El cambio de uso y huella ha sido evidente en segmentos como el mercado de oficinas, que durante la pandemia y los altos niveles de desocupación que llegaron a 23.5% de los 8 millones de m2 del mercado en CDMX encontró salida en procesos de reconversión.El retrofit ha sido una inercia explorada en distintas ciudades del mundo, pero en el mercado de la capital del país se generó un proceso de reconversión en edificios residenciales bajo el formato de coliving, vivienda institucional en renta, consultorios y hospitales de corta estancia.
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