Nobody Wants to Die es una aventura gráfica, con todo lo que eso implica, ya que actualmente el género está resultando bastante polémico para la industria.
Desarrollado por el estudio Critical Hit Games, Nobody Wants to Die combina elementos de cine noir con una narrativa bastante elaborada y mecánicas de investigación.
Lo que nos da un título que apela más a la historia que al gameplay en sí mismo, donde casi todo se basa en resolver varios acertijos.
Algo que podría causar conflicto en más de una persona, debido a su desarrollo tan pausado, que en ciertos puntos se vuelve tedioso, quitándole todo lo divertido a la obra.
¿De qué trata Nobody Wants to Die?
La trama de Nobody Wants to Die nos introduce a un mundo donde la humanidad ha encontrado una manera de vencer a la muerte mediante una sustancia llamada icorita.
Esta sustancia permite transferir la conciencia a nuevos cuerpos, asegurando así la inmortalidad. Es aquí donde entra nuestro protagonista, James Karra.
El personaje principal de Nobody Wants to Die, se ve envuelto en un misterio tras el asesinato de uno de los hombres más poderosos de la ciudad.
La icorita de la víctima ha sido destruida, lo que implica una muerte permanente, algo casi inconcebible en esta sociedad futurista.
Ahora tendrá que meterse en el lado más oscuro de la sociedad, para descubrir qué es lo que hay detrás de este y otros asesinatos permanentes.
La narrativa de Nobody Wants to Die está llena de giros y vueltas, manteniendo al jugador atento mientras descubre la verdad detrás del asesinato.
Para hacer patente la decadencia de la trama, Nobody Wants to Die recurre a elementos de cine noir, que se refleja en los diálogos cínicos y en la ambientación distópica.
Creando una experiencia inmersiva que recuerda a las clásicas películas de detectives.
Sin lugar a dudas la historia es uno de los puntos fuertes del juego; aunque no es del todo perfecta en relación a los personajes.
Pues estos carecen de profundidad, restando impacto a la trama principal; el ejemplo más claro es el protagonista James Karra, el cual se mantiene en el mismo tono todo el juego, acabando con parte de la inmersión.
¿Cómo se juega Nobody Wants to Die?
En términos de jugabilidad, Nobody Wants to Die ofrece una mezcla de exploración, interacción con personajes y resolución de puzzles.
Los jugadores de Nobody Wants to Die, deben investigar escenas del crimen, recolectar pistas y utilizar herramientas como rayos X y luz ultravioleta para descubrir detalles ocultos.
Estas mecánicas de investigación son innovadoras y añaden una capa de complejidad al juego, pues te hacen pensar en todos los posibles escenarios de los asesinatos.
Te invitan a ir más a fondo e idead teorías acerca de lo que pudo haber sucedido, tratando de descubrir todas las pistas que pudo dejar el criminal.
Siempre con la idea de no pasar nada por alto, ya que una sola omisión y podrías arruinar todo tu caso.
Lamentablemente, aunque el gameplay de Nobody Wants to Die se siente como algo refrescante en una industria llena de reciclajes, no está del todo bien implementado.
Nobody Wants to Die a veces se extiende demasiado en sus conceptos, lo que puede hacer que ciertas secciones se sientan repetitivas o prolongadas.
Si bien al inicio el ser una especie de “CSI” virtual es bastante interesante, el repetir esto al infinito podría aburrir a más de un jugador en el proceso.
A esto hay que sumar que en realidad no hay una progresión como tal en el personaje principal, no hay mejoras sustanciales en tus habilidades ni nada que rompa de manera radical la monotonía de la obra.
Aunque si eres de los que les gusta la investigación puntual, la jugabilidad en general es satisfactoria y ofrece suficientes desafíos para mantener a este tipo de jugadores interesados.
¿Cómo se ve Nobody Wants to Die?
Uno de los aspectos más destacados de Nobody Wants to Die es su estilo visual.
Nobody Wants to Die presenta una estética retrofuturista que combina elementos de los años 50 con un toque moderno.
Los gráficos son detallados y evocan una atmósfera de película de detectives, con sombras pronunciadas y una paleta de colores oscura que refuerza el tono noir del juego.
La dirección artística también es impresionante, y cada escenario está meticulosamente diseñado para sumergir al jugador en el mundo futurista de Manhattan.
La banda sonora de Nobody Wants to Die, compuesta por Mikolai Stroinski, complementa perfectamente la ambientación, con melodías que evocan una sensación de misterio y tensión.
A esto hay que sumar un excelente trabajo vocal, que te mete de lleno en la trama y este mundo oscuro y pesimista.
Este cuidado en los detalles visuales y sonoros contribuye a crear una experiencia inmersiva y memorable.
¿Vale la pena Nobody Wants to Die?
Nobody Wants to Die es una propuesta interesante para los amantes de las aventuras gráficas y las historias de detectives.
Su narrativa intrigante, combinada con mecánicas de investigación innovadoras y una estética visual impresionante, lo convierten en un título digno de atención.
Claro que tiene algunos puntos que podrían mejorarse, como el desarrollo de personajes y la duración de ciertas secciones.
A pesar de ello ofrece una buena experiencia en general. Si te gustan los juegos con una fuerte narrativa y atmósfera, Nobody Wants to Die es una opción a considerar.
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