El crecimiento de la economía de Estados Unidos sorprendió en el segundo trimestre del año, superando ampliamente las expectativas del mercado, que le permitirá tener una mayor expansión que el Producto Interno Bruto (PIB) de México por primera vez en tres años.
Durante el segundo trimestre del año, el PIB de Estados Unidos anotó un crecimiento de 2.8 por ciento a tasa trimestral anualizada, desde el 1.4 por ciento reportado en el primer trimestre, de acuerdo con la Oficina de Análisis Económico (BEA); además, resultó por encima de la estimación del 2.0 por ciento de los analistas.
“La pausa en la economía durante los primeros tres meses del año resultó ser temporal y la aceleración del crecimiento en el segundo trimestre debería ayudar a moderar las preocupaciones sobre la durabilidad de la expansión y a calmar los rumores de que la Reserva Federal necesita recortar las tasas de interés en julio”, indicó Ryan Sweet, economista jefe para Estados Unidos, de Oxford Economics.
Añadió que el PIB es volátil y está sujeto a grandes revisiones, pero la fortaleza de las ventas finales reales a compradores nacionales, el motor de la economía, es alentadora.
Craig Fehr, estratega de inversión de Edward Jones, señaló que el rito de crecimiento de la economía estadounidense debería dar a la Fed la confianza de que la actividad productiva no necesita de inmediato apoyo monetario.
“Por lo tanto, creemos que esto respaldará al banco central para mantener estables las tasas la próxima semana”, añadió.
Para analistas de Banorte, el impulso al crecimiento sigue soportado por el mercado laboral a pesar de que empiezan a vislumbrarse algunas señales de menor fortaleza.
Añadieron que otros factores positivos están relacionados con el incremento en los salarios reales en los últimos meses, en buena medida por la moderación de la inflación; y el incremento de los sueldos en términos nominales.
“Hacia delante, estimamos que se mantenga la solidez, pero sí anticipamos una moderación en el ritmo debido a un menor dinamismo del empleo, una reducción de la tasa de ahorro, deterioro de la confianza de los consumidores e incertidumbre de cara a las elecciones de noviembre”, apuntaron.
México, a menor ritmo
La solidez de la actividad económica en Estados Unidos permitirá tener una mayor base ante la eventual desaceleración que podría enfrentar en esta segunda mitad del año, contrario a lo que sucede en México, donde la economía ha exhibido un menor dinamismo desde finales del año pasado.
El consenso de analistas prevé que la economía mexicana crecerá 1.9 por ciento en el presente año, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la economía estadounidense avanzará 2.6 por ciento.
La racha de mayor crecimiento de México, sobre el de Estados Unidos, ocurrió de 2021 a 2023. Tras la crisis económica por la pandemia, la economía mexicana mostró un mayor crecimiento del PIB. En 2021 el rebote de México fue de 6.0 por ciento y el de Estados Unidos de 5.8 por ciento.
En 2022, México anotó un avance de 3.7 por ciento y Estados Unidos de 1.9 por ciento; en 2023 las cifras fueron de 3.2 y 2.5 por ciento, respectivamente.
“Hay varios factores que llevarán a un menor crecimiento; el tema inflacionario, la debilidad en el consumo, las altas tasas de interés. La incertidumbre electoral… Cuando se tranquilice el ambiente político y sea más claro el panorama podríamos ver una recuperación para la economía mexicana”, dijo a El Financiero, el economista en jefe para Rankia LATAM, Humberto Calzada.
“México se está desacelerando, es una realidad; la generación de empleo luego de un crecimiento fuerte hay una desaceleración…hay que prestar atención a que no se frene fuerte la economía y en política fiscal hay menos espacio para apoyar al crecimiento”, dijo el economista en jefe de Econosignal, Daniel Zaga.
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