Los regios somos menos pacientes que los chilangos. Solo basta ver como es la presión que hay sobre los equipos de fútbol para ser campeones. Busque en YouTube el video sobre una pelea entre hermanos empresarios que dicen “Si o no, pendejo” ese es el nivel de paciencia que podemos tener.
Es complicado para los regios que viven en Ciudad de México acostumbrarse al amplio fraseo que suelen tener los chilangos para pedir las cosas. “Me podrías traer un café si no es mucha molestia por favor” contra “Primo, un café bien caliente”.
Mire que hasta la naturaleza es más inmediata en Monterrey, basta una lluviecita para que los cerros cambien de estar grisáceos a verdes brillantes. Una lluvia pequeña para que se clarifiquen los cielos y florezcan las cosas. En la Ciudad de México hacen falta muchas lluvias para que el pasto salga, para que los árboles florezcan y las flores también. En CDMX todo es más lento y más tardado.
En la política, los regios buscamos cosas que creemos que nos traerán resultados inmediatos y duraderos. Podemos ver que fue el primer estado con un gobernante independiente, después uno de los primeros estados que se pintaron de naranja. La paciencia fue poca con los independientes pues no dieron resultados y resultaron ser iguales que los anteriores. Con los naranjas, la impaciencia se mostró más rápido en los resultados de las alcaldías regias donde mis paisanos decidieron cambiar los colores naranjas por los partidos tradicionales.
Los regios no tenemos paciencia, sobre todo cuando nos sentimos engañados. Ahora parece que mis paisanos están regresando a las viejas fórmulas. En San Pedro ya no les dio confianza el independiente que destruyó el Centrito, en Monterrey, ya no les gustaron los influencers y en Guadalupe ya no les gustaron los tradicionales y agarraron a un tradicional pintado de naranja.
En CDMX siguen con la misma fórmula de izquierda desde hace más de 20 años donde solo se han movido de PRD a Morena cuya ideología, al menos la esencia, es la misma. Las alcaldías fifis son de los fifis y las chairas, son de los chairos.
En Nuevo León se necesitan resultados y lo que está pasando ahora en las elecciones podría ser un “midterm” regio que pudiera dar señales para lo que pasaría dentro de 3 años cuando se elija el gobernador del estado.
Ahora si, esperemos que los que perdieron acepten la derrota y los que ganaron ya estén trabajando, porque la raza en Monterrey es impaciente y queremos resultados ya.
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