Honorífica, la robadera​

”Lo que no suena lógico, suena metálico”.

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, 2021

“El orgullo de mi nepotismo.”

JOSÉ LÓPEZ PORTILLO, 1982

El gran tlatoani de Palacio Nacional anunció como el orgullo de su nepotismo algo que, además de escandaloso, inmoral e ilegal es a todas luces ilógico: que su hijo Gonzalo (Bobby para los cuates) no está en política, pero que sí supervisa de manera honorífica diversas obras públicas federales… Me pregunto: ¿se trata de los mismos proyectos de cuya mala calidad y transas hablan —todos lo escuchamos gracias a lo que ha filtrado LatinUS— los amigos del vástago del primer mandatario, quienes son contratistas de esas obras?

Algo tan incongruente como decir que la contratación de López Beltrán —quien, por cierto, es sociólogo, no ingeniero— es honorífica, si bien sí toma decisiones, lo que en automático habla de conflicto de interés. O como hablar de una Cuarta Transformación y su segundo piso, pero darle rienda suelta a una de las costumbres más rancias del hoy moribundo PRI.

Plutarco Elías Calles estaría orgulloso de López Obrador. El expresidente insertó a su hijo Rodolfo en Comunicaciones y Obras Públicas del gabinete de Lázaro Cárdenas. También López Portillo le aplaudiría a nuestro presidente. Cómo olvidar que aquel mandatario puso a su retoño José Ramón como subsecretario de Programación y Presupuesto en su propio sexenio…

Ilógico tener a la ministra Lenia Batres hablando de lo mal que está eso de meter a la familia al gobierno, mientras que los Batres, así como los López Obrador hacen precisamente eso.

Hay diversas familias de prosapia cuatroteista que, completitas, viven del dinero público, ya sea directa o indirectamente (así como sucede con Bobby). ‘Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error’. Nunca mejor dicho.

Pero lo ilógico pronto suena a metálico cuando la especialidad en “supervisión honorífica” se obtiene gracias a que el papá es presidente del país… O bien mejora cuando tus amigos son los que venden los materiales necesarios para las obras públicas (trenes, carreteras, presas y lo que viene)…

Lógico, en cambio, es lo obvio: todo este tiempo, Carlos Loret de Mola ha tenido razón. Lógico, también, que el gobierno obradorista persiga al comunicador, a su familia y allegados.

Qué lástima que el cabecita de algodón, también conocido como corredor keniano —a pesar de su oronda condición física—, no pueda competir en estas olimpiadas de Paris 2024. Y es que los malabares que se aventó el viernes respecto a la probidad de sus hijos merecerían medalla de oro. Malabares que están más allá de toda lógica.

Mas, lo que sí es lógico es anunciar este absurdo —relativo a Gonzalo López Beltrán— desde la Presidencia. Intentar blindarse contra próximas evidencias que saldrán a la luz y que pronto incriminarán nuevamente a la familia del mandatario. Por ello, López Obrador mandó de inmediato a su hijo a vacunarse a la casa de campaña de la futura presidenta. Lo hizo en el momento justo y lo cacareó en la mañanera del día siguiente.

¿Qué hace Claudia validando esta decisión? ¿El “hijo supervisor” supervisando para quién exactamente? Todo esto grita lo que serán los próximos seis años.

Los cuatroteístas se han robado hasta el pudor. ¡Y por qué no! Después de todo, los contratos, el enriquecimiento, los audios, los correos y las evidencias contra la familia presidencial no parecen importarle a casi nadie. Incluyendo a quienes debían actuar en contra de esas fechorías. Tenemos que la UIF de Hacienda, en lugar de abrirles una investigación a los “hijos asesores” de López Obrador, va sobre quienes han dejado ver la podredumbre que hay comenzando por el círculo más cercano a Andrés Manuel.

El tráfico de influencias ha beneficiado en metálico a “El Clan”. Mención honorífica por la robadera.

Giro de la Perinola

– Ayer se informó que Pablo Gómez Álvarez, titular de la UIF y quien investiga a Loret de Mola, había sufrido un infarto. Después dijeron que no, que se trató de una taquicardia por deshidratación. Menos mal. Se le desea pronta recuperación.

Dicho eso, me pregunto: en esos momentos de terror, cuando uno ve escaparse la vida, ¿qué le dijo el joven estudiante del 68 al hombre maduro de hoy?, ¿le reprochó el primero al segundo haberse convertido en todo lo que antes denunció?

– Si lo pensamos, el que la 4t pretenda vendernos como lógico algo que es ilógico, inmoral e ilegal, corre en familia. O qué es más lógico ¿que el carisma de José Ramón López Beltrán haya podido conquistar a una belleza y que ella, por su parte, haya podido conseguir que una empresa petrolera estadounidense le pagara a la pareja la renta de su casa en Houston por varios meses o que esto se deba a todos los negocios millonarios (en dólares) que dicha empresa sostiene con Pemex?

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