La próxima llegada de Mario Delgado a la SEP ha hecho mucho ruido.
Como parte del próximo gabinete de Claudia Sheinbaum, Delgado ha sido de los más criticados no solo por los comentaristas, la población en general duda que el actual secretario general de Morena puede con el paquete.
El actual presidente Comité Ejecutivo Nacional de Morena no es ningún improvisado, por el contrario, es un excelente negociador y estratega, que ha dado excelentes frutos para el partido guinda, arrasando en las elecciones presidenciales del pasado mes de junio, además de lograr la mayoría calificada en la Cámara de Diputados.
Su nombramiento fue adecuado, incluso justo.
Mario es un político experimentado. Ha sido diputado, senador, además de ser secretario de Finanzas y Educación durante la administración de Marcelo Ebrard en la capital del país, secretario técnico de la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados durante la LVII legislatura, presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara de Diputados y muy cercano al presidente López Obrador, desde que éste contendió por la Jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal, siendo incluso su vocero en la campaña presidencial del 2018, donde AMLO resultó ganador.
Delgado sabe de los retos que deberá enfrentar como próximo secretario de Educación, donde los y las niños y jóvenes son prioridad, tal como lo ha dicho la doctora Sheinbaum. Por ello, impulsar la aprobación de la reforma constitucional para que nuestros pequeños, pequeñas y adolescentes cuenten con los recursos económicos con “Mi Beca para empezar” es una de sus tareas para que ningún estudiante desde preprimaria hasta el nivel medio superior se quede sin educación por falta de dinero.
Otra tarea pendiente es el magisterio. Mario deberá mantener el diálogo con los maestros y maestras y ser su aliado, como prometió en su discurso después de su nombramiento.
Durante su gestión, Delgado Carrillo deberá atender con los y las docentes el tema de las jubilaciones y la carrera magisterial, entre otros asuntos. La atención adecuada de quienes nos enseñan las primeras letras y son pilares para nuestro desarrollo profesional, va de la mano con otro de los retos: mejorar las condiciones de los planteles educativos mediante el programa “La Escuela es Nuestra” , además de llevar a buen término el modelo educativo Nueva Escuela Mexicana.
Espero que entre los planes no quede excluida la educación para adultos, urgente y necesaria para aquellos que por alguna causa suspendieron los estudios o que incluso no saben leer ni escribir.
El Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) ha sido olvidado por décadas y urge que se le brinde atención. Confío en que Mario atienda el tema, pues dentro de los pendientes que tiene esta dependencia está la capacitación de personal para la enseñanza de Lengua de Señas, enfocada en que las personas con discapacidad auditiva tengan inserción en la sociedad , además de la enseñanza en lenguas originarias, indispensable para que la educación llegue a cada rincón del país. Recordemos que en nuestro país el índice de analfabetismo es aún terrible y sobrepasa los cuatro millones de personas.
Por último, y respecto a la propuesta de desaparecer el examen de la Comipems, que se realiza en México desde 1996, me parece uno de los proyectos más ambiciosos de la próxima administración y que considero no puede llevarse a cabo de forma inmediata debido a la falta de planteles educativos.
El año pasado, 2023, se registraron 286 mil 500 aspirantes pero sólo 276 mil 853 cumplieron los requisitos que les permitió continuar sus estudios a nivel medio superior en alguno de los planteles que forman parte del Comipems.
De estos jóvenes excluidos, muchos abandonan sus estudios por falta de recursos para pagar una escuela privada. Otros de plano no lo vuelven a intentar y otros más se incorporan a la vida laboral desde temprana edad, con salarios paupérrimos y abusos. Los menos afortunados terminan en las filas del crimen organizado.
Fortalecer y difundir la aplicación del examen único que realiza el Ceneval podría ser una buena opción mientras se amplía la oferta educativa y se construyen más planteles. Considero que es una opción viable para obtener el certificado de estudios y poder ingresar a la educación superior y cursar una carrera universitaria.
En síntesis, en esta nueva etapa de la Cuarta Transformación Mario Delgado tendrá una labor titánica, que no debemos desestimar desde ahora. Confío que el gobierno humanista que encabeza nuestra próxima presidenta no desatenderá el tema de la educación, pues es uno de los pilares para lograr una nación justa, de inclusión y de desarrollo.
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