Primero.
Los y las periodistas pueden trabajar donde se les antoje. Las siguientes personas decidieron colaborar en LatinUS, y qué bueno, se respeta su decisión:
Carlos Loret de MolaLorenzo Córdova VianelloDenise Eugenia Dresser GuerraAses Producciones SC (Víctor Trujillo o Brozo)María Scherer IbarraFernando del Collado CuevasJesús Javier Silva HerzogGuillermo Humberto SheridanProducciones Artísticas Rebel Rebel S.A. de C.V.Paulina Victoria María TrujilloClaudia Bárabara de Regil Alfaro (Bárbara de Regil)
Segundo.
Si los honorarios de tales periodistas se dieron a conocer, deben culpar a la bien estructurada lavandería financiera que está detrás de LatinUS y no a la UIF.
La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda está obligada, por ley, a investigar cualquier transacción monetaria que parezca blanqueo.Debe subrayarse que hay inclusive acuerdos globales al respecto.En el caso de LatinUS el titular de la dependencia no podía dejar de rastrear las finanzas de la empresa.Así lo hizo Pablo Gómez, quien entregó la información a la Fiscalía General de la República, de Alejandro Gertz Manero.Debe quedar perfectamente claro que las operaciones financieras sospechosas —que llevaron a la divulgación de los honorarios de 11 periodistas— no las realizaron ni Gómez ni Gertz: la transa la hicieron quienes controlan el portal de internet dirigido por Loret de Mola.Entonces, si hay molestia entre los y las periodistas a quienes se exhibió, deberán presentar sus quejas ante la alta gerencia de LatinUS, ya que ahí está la gente responsable de la ingeniería financiera.
Tercero.
Es legal que un medio de comunicación sea administrado no por una sola, sino por varias empresas. Es el caso de LatinUS, consorcio integrado por las siguientes razones sociales:
1. LatinUS Media Group. “Su dueño, como en todo el consorcio, es Cristian González Guadarrama”.2. LatinUS Media Radio, S.A.3. LatinUS Media Mx, S.A. de C.V.4. Digital Beacon Programatic.5. BCG Limited Consulting, S.A de C.V.
Cuarto.
También es legal, pero ya empieza a oler mal el asunto, que una de las empresas, LatinUS Media Mx, S.A. de C.V., haya sido establecida en un paraíso fiscal de Estados Unidos, Delawere.Para entender lo que ocurre en Delawere se recomienda leer un libro de Casey Michel, American Kleptocracy: How the U.S. Created the World’s Greatest Money Laundering Scheme in History (La cleptocracia estadounidense. Cómo Estados Unidos creó el mayor esquema de lavado de dinero de la historia).Definición de la Real Academia Española para quienes, como yo, jamás usamos palabras tan sofisticadas como cleptocracia: “Sistema de gobierno en el que prima el interés por el enriquecimiento propio a costa de los bienes públicos”.Sinónimo de cleptocracia: cacocracia. Algo de eso parece haber en la gestión de LatinUS.
Quinto.
Es sospechosísimo que los ingresos de las empresas que integran el consorcio LatinUS procedan de la venta de ¡¡¡medicinas!!! y, el colmo, solo al sector público mexicano.Ni una sola aspirina comercializaron con las boticas del Doctor Simi.Si sus ingresos se relacionaran con vender publicidad al gobierno, se entendería y no sería considerada una actividad sospechosa, pero ¿medicinas —”productos farmacéuticos y servicios de salud”, dijo Pablo Gómez—?
Sexto.
¿Y dónde están los dueños verdaderos de LatinUS?
En los documentos que ha analizado la UIF el propietario del consorcio LatinUS es un tal Cristian González Guadarrama.Es conocido que la familia del exgobernador priista Roberto Madrazo es la propietaria de LatinUS.¿Por qué se esconden los dueños verdaderos, el hijo y el yerno de Madrazo, que se sabe tienen como negocio principal la venta y renta de equipos médicos a los distintos gobiernos mexicanos, inclusive el federal? Por cierto, se sabe que el IMSS de la 4T, dirigido por Zoe Robledo, en ningún momento dejó de tener contratos con ellos, algo que si no ha sido detectado por la UIF seguramente obedece a que es muy buena la ingeniería financiera diseñada para que no quede huella, como en aquella canción del grupo Bronco: “Que no quede huella/que no y que no/Que no quede huella/Porque estoy seguro que tú mi amor/Ya ni me recuerdas”.
Séptimo.
El Güero se rinde. En efecto, Jorge Castañeda, en El Universal, ha ofrecido a Claudia Sheinbaum “llevar la fiesta en paz”. El famoso intelectual ha aconsejado la capitulación al resto de los y las rivales de la 4T. “Una rendición de preferencia sin cobardía”, me dijo un empresario de ultraderecha que leyó a Jorge y que dejará de pelear; empresario que añadió: “Pero si no hay otra opción, yo me rindo cobardemente, como el dueño de leche Lala”.
¿Qué hizo el dueño de Lala? Simple y sencillamente ofrecer colaborar con el nuevo gobierno, lo que expresó en un discurso en La Laguna frente al presidente López Obrador y la presidenta electa Sheinbaum.
Tal discurso molestó muchísimo al analista Jesús Silva-Herzog Márquez, quien en el diario Reforma se lanzó a matar al empresario Eduardo Tricio. Dijo el también colaborador de LatinUS que el mensaje de este hombre de negocios fue “empalagosamente adulatorio” y lo inscribió en una “estrategia de servidumbre”.
Octavo.
Con acciones empalagosamente adulatorias o no, Castañeda propone demostrar que ya dejarán de pelear los enemigos de AMLO y Claudia. Estas son las razones del casi exánime Güero:
“Otros seis años de enfrentamiento… se antojan insoportables”.Los “protagonistas de la confrontación durante el sexenio de AMLO no están (no estamos) preparados, habilitados o dispuestos a ese tipo de confrontación. Todo esto cansa y desgasta”.“Seguir con la misma estrategia (de confrontación) implica seguir siendo derrotados”.Y es preciso tomar en cuenta el daño a terceros: Una cosa son los enemigos de la 4T con verdadero poder —dueños o directores de empresas o medios, líderes de opinión, etcétera— “y otra los accionistas, los columnistas, sus familiares, los activistas de a pie”.“Muchas estrellas pueden resistir otro sexenio; los demás difícilmente. Y, sobre todo, no hay razón alguna por la cual deban padecer las consecuencias de los antagonismos de sus empleadores”.
Noveno.
El Güero Castañeda ya entendió: ha descalificado como ingenuos a quienes buscan que se dé un rompimiento entre Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum:
“Para cualquiera que por una razón u otra rechaza a López Obrador, la tentación de subrayar los contrastes entre él y Claudia Sheinbaum es enorme”.“La mejor manera de destacar las diferencias residiría entonces en exaltar las virtudes de la mandataria que viene, y deslindarla de las deficiencias del que se va”.“Pienso que la ruptura no se dará, tanto por la fuerza inédita de López Obrador como mandatario saliente, como por la coincidencia profunda entre él y ella sobre todos los asuntos de fondo en México y en el mundo”.“Por ende, creo que la búsqueda constante de contrastes es estéril: es puro wishful thinking”. Traducción simultánea: wishful thinking en castellano significa onanismo —o estirada— mental.
Décimo.
Al final de su carta de capitulación Castañeda suplica a Sheinbaum que lo deje seguir siendo un poquito criticón: que ella “establezca una interlocución normal con sus críticos, donde la presidencia no cambia de ideas sólo porque alguien lo escribe, pero donde los que critican, por una razón u otra, perseveran”. El Güero ofrece hacerlo “sin gritos ni sombrerazos”.
Creo que Jorge no tenía por qué pedir lo anterior: tal como ocurrió en el sexenio de Andrés Manuel, en el gobierno de Claudia no se molestará a ningún crítico, por gritón y sombrerudo que sea, siempre y cuando no caiga en ingenierías propias de una lavandería, que como hemos visto en el caso de LatinUS es tan sofisticada que este sitio de internet merece el ascenso: es toda una tintorería muy tecnificada.
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