Murieron queriendo ver, lo que acaba de suceder​

IRREVERENTE

Les platico:

Dos hermanos fueron para mí.

Uno de sangre y el otro de transfusión, como le decía y se reía al oírme decir eso.

¿Arre? ¡Arre!

Willy:

Murió cuando todavía no llegaba a los 50.

Fue mi hermano menor y el primero de mis “hijos”, antes de que los 4 verdaderos hicieran acto de presencia.

La mitad o más de su existencia se la pasó conectado a un aparato de hemodiálisis que le ayudaba a sus deteriorados riñones, a purificar la sangre.

Recibió tres trasplantes de sus hermanos y el último le aguantó muy poquito, lo suficiente para darse cuenta de que la vida se le iba.

Y como pocas veces lo hacía, comenzó a pedirme que cuando pudiera, lo fuera a ver, porque no quería que su padecimiento interfiriera con la vida de los demás.

Cada vez que me sentaba frente a él hacía gala de lo bien informado que estaba de lo que ocurría dentro y fuera de México.

Le heredó a mi papá el hábito de leer el periódico todos los días.

Me daba su opinión de lo que ocurría en política y pedía la mía.

Le pedía a Dios su Visto Bueno para ir a votar en las elecciones de 2024.

Yo le pedía lo mismo a mi Dios… y el de Spinoza también.

Decía que aunque fuera a rastras iría a votar el 2 de junio. Pero lo internaron en noviembre.

Fui a verlo muchas veces y pedí a mis hermanos que me dieran el turno que más hacía falta para cubrirlo.

Una noche, intubado como estaba, a señas me dijo que quería escribir algo, porque también escribía, como yo lo intento cada día.

En un pedazo de papel que guardo como una reliquia, garrapateó:

“Hermano, ya me quiero ir. Te quiero mucho”.

Entonces le respondí:

“¿Cómo? Si todavía falta para las elecciones”.

Ya no escribió más.

Me tomó del brazo, lo apretó y me miró con un amor que traspasó mi tiempo y el suyo.

Minutos antes había señalado a la ventana. No podía levantarse pero quería que me asomara.

Y tras capturar con mi celular uno de los amaneceres más hermosos que recuerde, regresé hacia él para mostrárselo.

No alcanzó a verlo. Sus ojos ya se habían cerrado…

Cajón de sastre:

Mañana, mi hermano de transfusión, Rafa Elías.Pasado mañana, cambio completo de programa, y el jueves -a una edad en la que ya resisto el invierno y el sol de julio- mi cumpleaños.    Leer más 


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