La semana pasada les hablé de las intenciones de la fabricante de aviones francesa Airbus de adquirir a la “manufacturera” Spirit AeroSystems, y me comprometí con ustedes a tenerlos al tanto del tema.
Empieza el mes de julio, ¡y de qué manera!, pues nos enteramos de que no ha sido Airbus, sino Boeing quien al final se queda con esta empresa, a pesar de que con Airbus ya había un “acuerdo vinculante”, pues como saben ustedes, esta manufacturera es la encargada de fabricar el fuselaje de los aviones A350. Pero según la información de la agencia Reuters, Boeing habría la habría adquirido por la cantidad de 8,300 millones de dólares.
De acuerdo con un comunicado dado a conocer con antelación, el acuerdo previo entre Spirit AeroSystems y Airbus tenía como objetivo: “mejorar la estabilidad del suministro para los programas de aeronaves comerciales de Airbus y promover un futuro más sostenible para los diversos paquetes de trabajo de Airbus gestionados actualmente por Spirit AeroSystems”.
Sin embargo, ahora Spirit AeroSystems tendrá que compensar a Airbus, pues Boeing es quien ha adquirido a dicha manufacturera, responsable también del fuselaje de los aviones modelo B737MAX, que se han visto en medio de diferentes polémicas en fechas recientes.
Déjenme comentar que Spirit AeroSystems dejó de pertenecer a Boeing en el año de 2005, para convertirse en una compañía independiente, pero que evidentemente le siguió trabajando a la fabricante norteamericana; tan es así que se especula que este movimiento fue generado precisamente por las desavenencias con Boeing.
En aras de darle una pronta solución a su situación, “recomprar” a Spirit AeroSystems le permitiría a Boeing reenfocarse en los sistemas y estándares de seguridad; en buen español: tenerlos controlados en los procesos de fabricación.
Otro rumor que fuertemente ronda a la industria es que muy probablemente el actual director de Spirit pueda ser quien reemplace a Dave Calhoun como CEO de Boeing.
Lo anterior lo podemos inferir al ver el comunicado que publicó Boeing sobre esta reciente adquisición:
“Al reintegrar Spirit, podemos alinear completamente nuestros sistemas de producción comercial, incluidos nuestros sistemas de gestión de calidad y seguridad, y nuestra fuerza laboral con las mismas prioridades, incentivos y resultados, centrados en la seguridad y la calidad. Creemos que este acuerdo es lo mejor para el público que vuela, nuestras aerolíneas clientes, los empleados de Spirit y Boeing, nuestros accionistas y el país en general”
Boeing
Con este movimiento la pregunta obligada es ¿y cómo queda la fabricante francesa Airbus? De nuevo la agencia Reuters nos arroja luz sobre este tema, y es que en efecto, Spirit debe compensar económicamente a Airbus, quien recibiría 559 millones, ya que en las fábricas de esta manufacturera se elaboran piezas y parte de los fuselajes de los aviones A350 y el A220; sí, este último que se vio envuelto en el escándalo del titanio falso.
Pero veamos lo que recaba la agencia Reuters: “Estas compensaciones quedarán formalizadas una vez concluya el proceso de adquisición y se reciban las aprobaciones regulatorias, algo que se espera para mediados de 2025. Además, Spirit venderá sus operaciones en Belfast (Irlanda del Norte), Prestwick (Escocia) y Subang (Malasia). Boeing ha contado con PJT Partners como asesor financiero principal, apoyado por Goldman Sachs, LLC y Consello como secundarios, y Sullivan & Cromwell como asesor externo.”
Todo esto se da en medio de las acusaciones por las que atraviesa Boeing, de las que hemos hablado largo y tendido en este mismo espacio. Tanto los diarios The Guardian y The New York Times informan que lo más probable es que el Departamento de Justicia de Estados Unidos llegue a un acuerdo con Boeing, a fin de evitar que la fabricante de aviones norteamericana vaya a juicio.
Recordemos que Boeing no solamente se dedica a la fabricación de aeronaves comerciales, sino que es muy importante dentro de la industria militar de los Estados Unidos de Norteamérica, por lo que no resulta nada extraño que desde el gobierno estén dando maromas y machincuepas con tal de salvarle el pellejo a la otrora joya de la corona en materia de aviación de ese país.
Al parecer dicho acuerdo versa sobre el pago de una multa a cargo de Boeing, aunado a que una entidad “externa” a la fabricante supervise el cumplimiento de todos y cada uno de los protocolos, reglamentos, estándares de seguridad y sobre la calidad de los materiales de fabricación de las aeronaves.
El abogado de los familiares de las víctimas de los dos fatales accidentes, Paul G. Cassell, afirmó mediante un comunicado que: “Las familias se opondrán enérgicamente a este acuerdo de culpabilidad. La memoria de 346 inocentes asesinados por Boeing exige más justicia que esto”.
Por lo pronto, con la nueva adquisición, por parte de Boeing, de Spirit AeroSystems, queda al descubierto que más que intentar hacer bien las cosas, es una forma desesperada por tapar los agujeros, barrer y esconder debajo de la alfombra todos y cada uno de sus errores.
Como ya lo saben seguiremos al pendiente del desarrollo de esta historia, que aún no termina, y tiene todavía muchos capítulos interesantes por ser escritos.
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