Al contrario de lo que muchos piensan, la segunda administración de Donald Trump beneficiará a Nuevo León (NL) en términos de captación de Inversión Extranjera Directa (IED) tal y como ocurrió con su primer mandato, señalaron directivos de firmas financieros y especialistas en relaciones internacionales.
Martín Pustilnick, CEO de Mundi, firma de servicios de financiamiento especializados en comercio internacional para exportadores, señaló que, “efectivamente la IED en NL es algo que creemos que se continuará acelerándose, de hecho, lo que nosotros vemos es que justamente los que están haciendo estas inversiones siguen interesados en hacerlo.
“Obviamente están los desafíos que todos conocemos de la obra de mano de obra calificada de las condiciones laborales y la infraestructura especialmente alrededor del agua, pero NL sigue siendo la ubicación más estratégica”
De acuerdo con la Secretaría de Economía, en 2023 las exportaciones de México hacia Estados Unidos (EU) fueron de 55 mil 405 millones de dólares (mdd), de este monto el 12 por ciento de las contribuyó NL.
Mientras que la IED de enero a junio de 2024 en NL fue de poco más de 2 mil 300 mdd.
“Si bien la región está estrechamente vinculada con Estados Unidos debido a su proximidad geográfica y su fuerte sector manufacturero, las posibles políticas de Trump, como la imposición de aranceles o la revisión de acuerdos comerciales, podrían generar distorsiones en las cadenas de suministro”, dijo Pustilnick.
DIVERSIFICACIÓN
Pese a lo anterior, el CEO de Mundi recomendó a las compañías de NL diversificar sus negocios más allá de EU, “por los aranceles que se espera que imponga Trump.
“Será importante que las empresas de NL aceleren la diversificación de mercados hacia otras regiones del mundo, como América Latina, Europa y Asia. La clave estará en la diversificación de mercados, contar con estrategias de financiamiento adecuadas y la capacidad de innovación tecnológica”, señaló.
Laura De Rosa, especialista en análisis de data, consultoría política y gestión de negocios, destacó que, “la ceremonia de toma de posesión de Donald Trump no es sólo un acto protocolario; es el punto de partida de una agenda clara: demoler las estructuras políticas e ideológicas que dominaron a EU y al mundo en los últimos cuatro años, para construir un nuevo orden basado en valores tradicionales, soberanía y alianzas estratégicas de derecha.
“Trump, como líder de la construcción, sabe que para construir algo nuevo es necesario demoler lo viejo, y esta toma de posesión lo refleja en cada detalle. Con una coalición internacional de aliados y una narrativa renovada, Trump no solo promete reconstruir Estados Unidos, sino liderar un cambio global que redefine el orden geopolítico”.
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