Luego de analizar el Plan México, queda la pregunta: cómo pretende el gobierno mexicano reducir entre los inversionistas la percepción de riesgo que existe en relación con el país, de qué manera atraer los proyectos que se describen y que son indispensables para el crecimiento de la economía y la generación de empleos permanentes durante los próximos años? De acuerdo con diversas organizaciones, entre ellas el Foro Económico Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el principal atractivo de México para los inversionistas extranjeros es el tamaño de su mercado, lo que garantiza que el país seguirá recibiendo sobre todo proyectos de bienes de consumo, que no requieren de tecnología de punta. Sin embargo, esos mismos organismos señalan que las violaciones al T-MEC y a otros tratados internacionales, en particular la reforma al Poder Judicial y la desaparición de la Comisión Federal de Competencia Económica y del Instituto Federal de Telecomunicaciones, han sido responsables de que muchas empresas hayan cambiado de opinión.
La relación con Donald Trump será, por mucho, uno de los retos más importantes que enfrentará Claudia Sheinbaum durante su gobierno y determinará la evolución de la economía mexicana en su sexenio. Estados Unidos representa el 83 por ciento de nuestras exportaciones, 40.2 por ciento de nuestras importaciones, el 61.4 por ciento de nuestro comercio total y la fuente de poco más de 145 mil millones de dólares en inversión directa y Sheinbaum, a diferencia de López Obrador, no tiene todavía un canal de comunicación confiable con el primer círculo de Trump. El Economist Intelligence Unit publicó que México será el país más afectado por las decisiones de Trump y el grupo Eurasia señala como uno de los principales riesgos del año la manera como ambos gobiernos lleven su relación, tanto por los efectos que pueda tener para ambos, como por las consecuencias que puede tener para otros países.
Trump ha declarado que busca que las empresas de su país en el extranjero regresen a producir a la Unión Americana y que continuará implementando restricciones a las inversiones de capital estadounidense en otros países, como lo hizo Biden. Por eso, la solución del problema con Vulcan Materials, el productor más importante de agregados de construcción en Estados Unidos y que adquirió Calica en el 2001, establecerá un precedente muy importante que puede servir para darle credibilidad al gobierno mexicano y al Plan México o terminar ahuyentando a los inversionistas. Desde mayo del 2022, legisladores estadounidenses de ambas cámaras han enviado varias cartas a Biden, a la embajadora Tai y al secretario Blinken pidiendo su intervención para resolver este asunto que inició en 2018, sobre todo porque la expropiación del puerto de Punta Venado, considerado como el único puerto de aguas profundas en la península de Yucatán, tiene implicaciones de seguridad para América del Norte y el Caribe. Incluso, un grupo de senadores encabezados por Bill Hagerty, uno de los senadores más cercanos a Trump, presentó una propuesta de ley para sancionar a México en caso de que se concluya la expropiación de Calica, mientras que John Cornyn y otros senadores anunciaron otras sanciones.
El pasado 12 de diciembre, el Wall Street Journal informó que la Oficina del Representante Comercial (USTR) estaba en pláticas con los gobiernos de México, Canadá y Colombia, que podrían afectar el mecanismo de solución de controversias investor-state del capítulo de inversión de los tratados con esos tres países. Ese día, la Cámara de Comercio de Estados Unidos (USCOC) advirtió que dichas negociaciones podrían perjudicar la solución del caso de Calica. Todo esto contribuyó para que un grupo bipartidista de senadores del comité de Finanzas, una docena de miembros del comité de Medios y Procedimientos, y otro grupo bipartidista de representantes enviaran cartas a Biden y a Tai pidiendo detener las pláticas con México y Colombia, y dejar que el gobierno de Trump se encargue de solucionar el caso de Vulcan. Este miércoles, después de varios meses de negociaciones con el mayor sigilo, el USTR y el gobierno colombiano publicaron las notas que acordaron para aclarar varios artículos del capítulo de inversión. Persiste la duda sobre si hay conversaciones con México. De acuerdo con la USCOC, la propuesta que se negoció con Colombia también se presentaría al gobierno mexicano, quien no puede permitir que se generen chismes que puedan entorpecer los flujos de inversión extranjera.
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