En relación a la determinación de la máxima instancia de justicia comicial de la Nación que desechó las impugnaciones y ratificó la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de Jalisco que en su momento desestimó el recurso incoado por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con el que se pretendía la anulación de la elección y por ende el resultado favorable a Pablo Lemus, a quien antes el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC) había entregado constancia de mayoría envistiéndolo en calidad de gobernador electo para el sexenio 2024-2030, es de reconocer que actuaron adecuadamente tanto el magistrado ponente Felipe Fuentes Barrera, quien fue el responsable del proyecto que finalmente se sometió a deliberación con su consecuente proceso de valoración mediante el voto, como los demás integrantes de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, quienes ejercieron ese derecho al voto que a la vez es una suprema responsabilidad por el impacto que conlleva en la vida política y por ende socioeconómica de una entidad tan fundamental como sin duda Jalisco lo es en relación al país.
Y es que los juzgadores electorales de la Federación dejaron de lado el cúmulo y quizá alto nivel de actos mediante los que pretendieron presionar a efecto que no hicieran bien su alta función de impartir justicia en el ámbito electoral, y fueron atingentes atendiendo la demanda de miles de jaliscienses que de de diversas formas presionaron simplemente exigiendo lo que finalmente se hizo: resolver de forma expedita y apegada a derecho, analizando y valorando los alegatos planteados por los opositores al resultado obtenido en las urnas el pasado 2 de junio, contrastando los argumentos en relación a su consistencia jurídica, los elementos de prueba legal y oportunamente aportados en el marco del proceso judicial electoral como para ser determinantes en provocar un resultado distinto al ya conocido que se generó el día de la elección y es el que sabemos fue contundente a favor de Lemus Navarro quien superó por más de 185 mil votos a quien fue derrotada y quedó en segundo lugar, la ahora ex candidata Claudia Delgadillo González, que en su momento fuese postulada por la coalición formada por Morena, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), el Partido del Trabajo (PT), y los jóvenes pero hoy ya fenecidos partidos Hagamos y Futuro, este último creado por el polémico Pedro Kumamoto, quien dejó perder su propia creación para colocarse el chaleco guinda.
Lo cierto es que lo medular de la exigencia social fue que el Tribunal Electoral Federal en su más alta instancia hiciera su labor de forma ágil sin dejar pasar demasiado tiempo, pero que además lo hiciere bien, ya que como finalmente se dejó claro en la sentencia aprobada por unanimidad, no había elementos jurídicamente sustentados como para anular la elección.
Cabe recordar que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, acusó presunta intervención de servidores públicos; inequidad en medios basada en estereotipos de género y omisiones del Tribunal local.
No obstante, en la sesión, la secretaria relatora, Claudia Miranda Sánchez, señaló que fueron insuficientes las pruebas “para demostrar una irregularidad generalizada motivada por la presencia de los servidores públicos en los consejos distritales. Tampoco que el Instituto Electoral local, sus órganos distritales y el Tribunal local hayan tenido una actitud parcial en favor de la candidatura que obtuvo el primer lugar”.
En el proyecto se calificaron como infundados e insuficientes los argumentos presentados por Morena y la ex candidata Claudia Delgadillo quienes interpusieron denuncias por presuntas violaciones por parte del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana en materia de cadenas de custodia, falta de actas o de paquetes electorales.
“Dado que a lo largo del presente fallo se han desvirtuado todos los planteamientos de Morena, sin que ninguno de ellos haya sido suficiente para demostrar que en la elección de la gubernatura se suscitaron irregularidades graves ni generalizadas que hubieran trastocado alguno de los principios que rigen los procesos electorales, lo conducente es confirmar la sentencia impugnada”, se indicó en el proyecto.
Parte de los reclamos fueron presuntas irregularidades cometidas por el IEPC al acusar injerencia y mermar la contienda, sin embargo, el TEPJF las consideró como apreciaciones subjetivas.
Por ello, confirmó la resolución del Tribunal Electoral del Estado que avala la diferencia de votos entre Pablo Lemus y Claudia Delgadillo, que fue superior al 5 por ciento, quedando en un millón 626 mil votos en favor de Lemus y un millón 440 mil votos para Delgadillo, es decir, una diferencia superior a los 186 mil votos.
Uno de los fallidos alegatos esgrimidos en el recurso desechado fue que parecía absurdo que morena hubiese obtenido alta votación en relación a la elección en cuanto a otros cargos en disputa más en el proyecto se señala que entre las causas viables de ese fenómeno está el advertirse que la ciudadanía realizó un voto definido y específico para otorgar mayoría a favor de Lemus sin menoscabo de haberlo expresado a favor de otros partidos en relación a distintos puestos de elección que se sometieron a votación en la misma jornada, es decir, hubo un voto razonado mayoritario en favor de Lemus
Así las cosas, el Tribunal Federal no se dejó engañar ni presionar por la candidata de Morena que intentó ganar en tribunales lo que los jaliscienses le negaron en las urnas el 2 de junio, apoyada en su capricho por el propio ex dirigente nacional de su partido Mario Delgado, quien fue consecuente en todo momento.
Y aquí es preciso destacar el papel que desempeñó la sociedad jalisciense, la presión de la ciudadanía fue fundamental, siendo que se unió para defender el triunfo de Pablo Lemus y lo hizo patente al salir a participar en una marcha multitudinaria convocada por organizaciones civiles que se realizó el domingo 22 de septiembre en el centro histórico de Guadalajara.
No se puede dejar de mencionar la participación de la organización civil Confío en México, que presentó el jueves 26 de septiembre una excitativa de Justicia en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal, con objeto de transmitir a los magistrados el sentir de decenas de miles de jaliscienses que exigían se respetara el voto mayoritario obtenido por Jesús Pablo Lemus Navarro, en las elecciones por la gubernatura de Jalisco.
Según lo planteó en el proyecto el magistrado ponente, consideró que la voz social señala que el recurso presentado por Morena, solo tenía la intención de obstruir la definición clara del proceso a favor del dictado de la mayoría que votó por Lemus, y exhortó a la preservación del respeto al sentido del voto emitido tomando en consideración las expresiones de miles de jaliscienses.
A través del mencionado documento, se hizo un firme llamado a resolver la impugnación del proceso electoral de manera expedita, transparente, imparcial y apegada a derecho.
En el mismo tenor, se conminó a los magistrados a “no dejarse intimidar por presiones políticas desde el régimen centralista y el partido del poder, interesados en que a su candidata se conceda un triunfo que no obtuvo en las urnas”.
Y bueno, hay que decir que se esperaba el Tribunal resolviera el tema a finales de noviembre próximo y lo adelantó de tal manera que desde el pasado miércoles 16 de octubre quedó finiquitado.
Sobre el futuro de la candidata perdedora, serán los liderazgos nacionales de Morena, es decir, la nueva dirigente Luisa María Alcalde, y la presidenta Claudia Sheinbaum, quienes determinarán si le brindan algún espacio en el ámbito federal, toda vez que en Jalisco, al parecer, no habría algún lugar de alto rango para ella.
Bien lo dijo el connotado periodista Federico Arreola en una reciente visita a Jalisco, la candidata de Morena perdió por los múltiples errores que cometió en la campaña y habría sido “un crimen democrático” anular la elección.
Salvador Cosío en X: @salvadorcosio1
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