“En la vida, el que vale poco está olvidado, y el que vale mucho es perseguido.”
FRAY ANTONIO DE GUEVARA
“El presidente no ejerce su derecho de réplica porque no desmiente nada de los reportajes. Ejerce una especie de derecho de calumnia…”.
CARLOS LORET DE MOLA
Como suele ocurrir, AMLO es quien destapa candidatos. Y la persecución de la que está siendo objeto Carlos Loret de Mola apunta hacia un candidato que en el corto/mediano plazo será difícil de vencer. En este caso uno sin raigambre partidista —al menos no en sentido tradicional— pero cuya figura es conocida entre la sociedad mexicana y reconocida por señalar al régimen obradorista y las corrupciones que ya lo caracterizan.
Por la publicación de otra periodista, Peniley Ramírez, hoy se sabe que la UIF de Hacienda no ha cejado en su investigación (ahora iniciaron nuevas pesquisas) a Loret, a la esposa de este, a Víctor Trujillo, así como a la empresa y medio de comunicación Latinus.
A eso se le llama persecución política desde la máxima investidura del Estado y la motiva que Latinus ha evidenciado la corrupción de los hijos del presidente y sus allegados. Desde la misma mañanera que se dice que en nuestro país existe la libertad de expresión, se actúa en sentido inverso. Abuso de poder por parte de López Obrador y las estructuras gubernamentales. Puro y simple.
No es el único abuso que ha ejercido el primer mandatario o que se ha desplegado a nombre de él, pero quizá sí el más vistoso. De allí el título de mi columna hoy.
Es momento que periodistas y un segmento ciudadano nada despreciable de la opinión pública usen esto a favor de sus causas y de sus justificados reclamos. Que este individuo —me refiero a Carlos Loret—, pero quizá otros como él, pasen de ser figuras de la sociedad a convertirse en figuras políticas.
Y no, antes de que se les acuse, el objetivo de Loret de Mola y otros como él nunca ha sido la esfera política, pero quizá los agravios que sufren (como otros muchos mexicanos) a manos de la Cuatroté, los conduzcan hacia allá.
Me pregunto: ¿en qué momento, para el estudiante que participó en el movimiento del 68, perseguir a Loret de Mola es combatir al Estado corrupto y, en cambio, no combatir a los corruptos de los hijos del mandatario sí lo es? ¿O es que es necesario recordarle a Pablo Gómez que ni Loret ni Trujillo son parte del “Estado corrupto”? ¿Que ese término aplica para quienes están en el poder o que, siendo familiares de quienes están en el poder, se cobijan para obtener negocios y dinero que pertenecen a la nación?
Gómez, sobre los reportajes de “El Clan”, nada dice, pero como titular de unidad en la SHCP sí abrió una investigación en contra de Loret, su esposa, dos empresas de Latinus y Víctor Trujillo…
El exdefensor de los derechos humanos de un puñado de estudiantes que cuestionaban a un régimen autoritario, ha convertido a en un brazo de presión y chantaje político a individuos por parte de otro gobierno autoritario.
Decir que Loret de Mola debe pensarse para el 2030 no es tema baladí ni una ocurrencia. Quizá no haya en estos momentos ninguna figura con más fuerza; que pueda comenzar —como figura independiente y ciudadana— a contrarrestar la fuerza del Estado y de la 4t.
Si en realidad se quiere plantarle frente a los gobiernos autoritarios, esta es una forma. Debe de ser desde ya, desde ahorita, pensarlo a partir de la sociedad civil para el 2030 y mismo antes de iniciar el gobierno de Claudia Sheinbaum (porque sí va a haber pase de banda presidencial el 1 de octubre, ¿verdad?). No hay de otra; de lo contrario próximamente ya no habrá ni siquiera “disidencia” política.
¿Dónde están las figuras sociales impulsadas desde la ciudadanía y el empresariado que tengan como bandera la defensa de la democracia, la libertad de expresión y sean la representación de un creciente sector de esa ciudadanía? De figuras que NO necesiten de una sombra / y caudillo que le ande “padroteando” como hace AMLO con Claudia. López Obrador pide confianza para ella, cuando ya tiene más de 35 millones de votos. (En el mismo rubro, Jorge Álvarez Máynez pidiendo “el voto de confianza para Claudia Sheinbaum”).
Giro de la Perinola
El primer propagandista y acosador de Loret habita en Palacio Nacional y es López Obrador. Pues es común en su discurso la frase: “¿pero cuánto gana Loret?”.
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