Han Kang es una escritora surcoreana nacida en Gwangju en 1970. Estudió literatura coreana en la Universidad Yonsei y es conocida por su prosa poética y profunda, que explora temas de violencia, traumas, el cuerpo y la naturaleza humana. Debutó como escritora en 1993 con el cuento Red Anchor. Sus libros incluyen Actos humanos (2014), una novela sobre la masacre de Gwangju en 1980, y El adiós (2016), un conmovedor relato sobre la pérdida y la memoria. Kang ha ganado prestigio por su enfoque único y profundo en cuestiones existenciales, consolidándose como una voz clave en la literatura contemporánea, a quien este 2024 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura.
Su obra más reconocida a nivel internacional es La vegetariana (2007), que fue traducida al español por primera vez fuera de Asia y al inglés, ganando el Premio Man Booker Internacional en 2016. En esta emplea la comida, o más bien su rechazo, como un vehículo fundamental para explorar el sufrimiento humano en sus formas más profundas.
A través de la protagonista, Yeong-hye, quien opta por abandonar el consumo de carne tras una serie de sueños perturbadores, convirtiendo la autora el acto de comer en una representación simbólica de la resistencia ante las estructuras opresivas que definen las relaciones humanas. Este rechazo a la carne es mucho más que una decisión alimentaria; es un cuestionamiento existencial que refleja un distanciamiento gradual de las convenciones sociales y un deseo de trascender el dolor físico y psicológico que el cuerpo humano soporta en el curso de la vida cotidiana.
La novela utiliza el simbolismo de la comida como un campo de batalla donde las voluntades primarias, la violencia inherente y las normas impuestas por la cultura y el patriarcado. El sufrimiento de la protagonista está ligado a su cuerpo y a su relación con los demás, quienes ven su decisión como un ataque a la estabilidad social. Esta elección personal, sin embargo, revela los profundos conflictos internos que el ser humano enfrenta al intentar reconciliar sus instintos con las exigencias de la vida en sociedad. Utilizando como herramienta la prosa poética, presenta a la comida como una metáfora que involucra tanto al poder como a la opresión, cuestionando cómo la desdicha se manifiesta y perpetúa en las vidas humanas.
El uso de la comida como símbolo permite que La vegetariana trascienda el marco de una simple rebelión personal, convirtiéndose en un tratado filosófico sobre la autonomía, el cuerpo y las fuerzas invisibles que moldean la experiencia del sufrimiento.
En su novela Actos humanos, aunque la comida no juega un papel tan central como en La vegetariana, se explora en ciertas escenas relacionadas con la memoria y el trauma colectivo, manifestando que la alimentación o la falta de ella puede representar a la vulnerabilidad humana y a la lucha por la supervivencia en un contexto de violencia extrema ya que el libro trata sobre la masacre en 1980. Es parte de la exploración de cómo los cuerpos y las mentes responden al sufrimiento y la deshumanización.
Los trastornos alimenticios son afecciones graves relacionadas con patrones anormales y actitudes disfuncionales hacia la comida, el cuerpo y el peso, que se convierten en una forma de sentir control sobre la vida de la persona, especialmente cuando otros aspectos se sienten incontrolables o caóticos. Han Kang tiende a utilizar elementos cotidianos, como el alimento, para representar cuestiones profundas sobre el cuerpo y la psique humana.
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