En los últimos años las aseguradoras disminuyeron a la mitad la oferta de pólizas en sitios como Acapulco y Los Cabos, donde obtener un seguro para un inmueble frente a playa es casi imposible, advirtió Alfredo Careaga, director de desarrollo de negocios de THB México, firma especializada en la intermediación de seguros.
“Conseguir un seguro en Acapulco es complicadísimo. En general en todo el país un seguro frente a playa es casi imposible. La oferta de seguros se redujo a un 50 por ciento. (…) Frente a la playa, la oferta se ha reducido prácticamente a cero (…) De todos los negocios que normalmente renuevan sus seguros, la mitad es rechazada porque las aseguradoras ya no quieren tomar el riesgo”, aseveró.
Careaga afirmó que las catástrofes recientes, como el huracán ‘John’, cuyas pérdidas económicas sobrepasan los mil 500 millones de pesos según datos de la Canaco-Servytur, han exacerbado esta situación, ya que las aseguradoras han tenido que recalibrar sus modelos de riesgos.
Una de las razones principales para la retirada parcial de las aseguradoras en las zonas costeras es la concentración de riesgos o ‘cúmulos’ en estas áreas.
“Varias aseguradoras tenían ‘cúmulos’ de más en Acapulco, entonces, llegó uno de estos eventos catastróficos y si tenían muchos ‘cúmulos’ en Acapulco, tus pérdidas fueron mayores”, comentó.
Agregó que los seguros paramétricos ganaron terreno en México, especialmente en zonas turísticas donde las aseguradoras tradicionales redujeron drásticamente su oferta de coberturas.
En lugar de evaluar directamente las pérdidas sufridas por el asegurado, como lo hacen los seguros tradicionales, los seguros paramétricos pagan una cantidad predeterminada si se alcanzan ciertas condiciones acordadas. Estas condiciones pueden incluir eventos como terremotos, huracanes o fluctuaciones en índices financieros. La ventaja principal es la rapidez en la indemnización, ya que se reduce la necesidad de ajustes complejos o negociaciones post-evento, ofreciendo así una mayor certeza y agilidad en la respuesta ante situaciones de pérdida.
Este tipo de seguros han crecido en el mercado mexicano, especialmente entre clientes corporativos o extranjeros con propiedades de alto valor en zonas turísticas.
El 20 por ciento de los clientes de THB optaron por cambiar su seguro tradicional por uno paramétrico.
“En número de pólizas, el 20 por ciento se están pasando a los seguros paramétricos, y en términos de valor, es entre el 30 y el 40 por ciento”, aseguró Alfredo Careaga.
Tecnología la aliada en la gestión de riesgos
La Inteligencia Artificial (IA), la tecnología computacional, estadística e informática juegan un papel fundamental en la medición de riesgos ante la incertidumbre que plantea la crisis climática.
Carlos Jiménez Palacios, director de Daños y Autos en la Asociación Mexicana de la Industria de Seguros (AMIS), indicó que estas herramientas tienen un papel preponderante en la actualidad en todos los puntos de la cadena de la gestión de riesgo.
“La tecnología nos ha permitido ser mucho más precisos en esto, que es la creación de escenarios posibles. La tecnología nos ha permitido sumar más variables, si regresáramos a una fotografía de hace 50 años y las variables que jugaban en el análisis son incomparables con las variables que hoy pueden jugar hoy”, agregó en entrevista.
Los escenarios que las compañías de seguros crean para brindar servicios y cuantificar los riesgos contemplan también otro tipo de problemas, desde el crecimiento de las poblaciones, hasta las pérdidas por cierres de negocios que puede haber detrás de un terremoto o fenómeno meteorológico.
“¿Qué pasa si una empresa deja de operar por un daño físico? Bueno, pues seguramente vendrá seguido de pérdidas, es decir, dejará de producir. Eso seguramente traerá posibles afectaciones poblacionales, menos empleo”, explicó.
Cambio climático, el reto
El calentamiento global y sus efectos están transformando el sector asegurador. Según Ana María Ramírez Lozano, socia líder de servicios actuariales y líder de sector asegurador en KPMG, actualmente los huracanes no solo son más intensos, sino también más frecuentes. Esto ha obligado a las aseguradoras a acelerar sus análisis de riesgos y a adaptarse a una dinámica climática cada vez más impredecible.
Según información de Organización Metereológica Mundial (OMM), la temperatura media global del último año fue la más alta registrada: 1.63 grados por encima del promedio preindustrial, este fenómeno provoca tormentas y huracanes cada vez más devastadores lo que está provocando una transformación en el sector asegurador a nivel mundial.
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