Uno de los más importantes estandartes de la izquierda latinoamericana ha sido el rechazo profundo a la militarización. No es para menos, muy amargas experiencias en la región explican el por qué la izquierda ha luchado históricamente por acotar el poder militar que sólo debería tener funciones en tiempos de guerra y algunas otras muy acotadas por el marco constitucional. La izquierda, como lo ha hecho el propio Andrés Manuel López Obrador en el pasado, ha luchado para asegurar que la seguridad pública y las funciones de la policía estén siempre supeditadas a un mando civil. Las fuerzas armadas y el poder militar para la guerra, el poder civil para regular las tareas de la seguridad pública. Este parecía ser el consenso, este parecía ser uno de los rasgos básicos para caracterizar a la izquierda. “X o Y no es cuartel, fuera el ejército de él” ha sido una de las consignas históricas que repetimos en las manifestaciones contra la llamada “guerra contra el narco” en el terrible sexenio de Felipe Calderón, estas y otras exigencias nos dejaban en claro que, como decía hasta hace poco el Artículo 129 constitucional, “en tiempos de paz ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”, disciplina que deben ejercitar allá en sus cuarteles.
México, América, Latinoamérica, AMLO – Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, Ejercito mexicano, Morena (Partido Político) Leer más
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