Diablo IV: Vessel of Hatred es una expansión que llega con altas expectativas, dado el legado de la franquicia.
Pues Diablo IV: Vessel of Hatred trae consigo una nueva narrativa, personajes y mejoras extra al juego base como tal.
Si bien se trata de un contenido divertido en general, también es cierto que queda a deber en algunos aspectos clave, algo que puede decepcionar a los más fans.
Pues se queda unos escalones debajo de lo que muchos esperaban, sobretodo viniendo de un estudio como Blizzard, que a opinión de sus fans, sigue sin recuperar sun antiguo brillo.
¿Cómo es Diablo IV: Vessel of Hatred?
Diablo IV: Vessel of Hatred se sitúa en la región de Nahantu, una tierra repleta de densos bosques y pantanos infectados.
La atmósfera oscura y siniestra de Nahantu es palpable desde el primer momento, con un entorno visualmente impresionante y lleno de misterio.
En ese sentido Diablo IV: Vessel of Hatred hace un gran trabajo; esta nueva área, con sus paisajes oscuros y corruptos, ofrece algunas de las visualizaciones más destacadas del juego.
Además de que agrega nuevos enemigos, desde bestias salvajes hasta criaturas sobrenaturales; los cuales presentan desafíos únicos que requieren adaptarse y utilizar diferentes habilidades y tácticas.
Sin olvidar los calabozos, que también han sido diseñados meticulosamente, ofreciendo una variedad de entornos y acertijos propios de la saga.
Pero no todo es visual en Diablo IV: Vessel of Hatred. El gameplay es uno de los puntos más fuertes de esta expansión.
Blizzard ha introducido una nueva clase de personaje en Diablo IV: Vessel of Hatred, el Espiritualista, que se especializa en ataques cuerpo a cuerpo y combina habilidades elementales.
Esta clase no solo añade una nueva dimensión táctica al combate, sino que también permite a los jugadores experimentar con nuevas estrategias y combinaciones.
Sobretodo ahora que el polémico sistema de progresión ha sido reestructurado para ofrecer una experiencia más satisfactoria.
Los jugadores ahora pueden invertir más tiempo en afinar sus personajes, ajustando habilidades y equipamiento para maximizar su eficacia en combate.
Las nuevas opciones de personalización permiten adaptar a los personajes a estilos de juego diversos, ya sea el combate a distancia, cuerpo a cuerpo o una combinación de ambos.
Para aquellos que les preocupe agotar rápido la expensión, les podemos decir que el contenido tras finalizar la campaña no decepciona.
Si bien lo que ofrece Diablo IV: Vessel of Hatred no es tan abundante como se esperaba, las nuevas actividades y una nueva raid, ofrecen desafíos significativos y recompensas valiosas.
Todo potenciar por mejoras en la calidad de vida, como los cambios en el meta y las nuevas opciones de equipo.
¿En que falla Diablo IV: Vessel of Hatred?
A pesar de sus muchas fortalezas, Diablo IV: Vessel of Hatred no está exenta de críticas.
La campaña principal de Diablo IV: Vessel of Hatred, aunque emocionante en varios momentos, puede sentirse bastante floja y con una duración demasiado artificial.
Comparada con la narrativa rica y bien desarrollada del juego base, la historia de la expansión no siempre logra mantener el mismo nivel de profundidad y complejidad.
Sobretodo al concluir ciertos arcos argumentales, dejando la sensación de que la trama no está completamente desarrollada; como si hubiera sido cortada antes de su punto climático.
Esto se puede ver con los personajes introducidos, que no alcanzan la misma profundidad emocional que los de la campaña principal.
Sobretodo en el caso de los personajes secundarios de Diablo IV: Vessel of Hatred, los cuales tiene un desarrollo bastante desafortunado en su mayoría.
Mencionamos que la duración de la campaña de Diablo IV: Vessel of Hatred parece expandida de manera artificial.
Esto se puede ver en el ritmo que es desigual en varios momentos, con pasajes en los que la narrativa se siente dispersa; donde eventos clave se resuelven rápido y otros no tan relevantes duran varias horas.
Lo cual hace que se pierda el interés en la historia en varios puntos, lo que hará que muchos jugadores abandonen el contenido debido a esta irregularidad.
¿Vale la pena Diablo IV: Vessel of Hatred?
Diablo IV: Vessel of Hatred es una expansión que mejora significativamente la experiencia del juego base en su gameplay, principalmente.
La nueva clase de Diablo IV: Vessel of Hatred y las mejoras en la jugabilidad añaden frescura a un título que muchos pensaban agotado.
Sin embargo, quienes buscan una trama potente, se decepcionarán bastante, ya que esta expansión falla en dar una historia bien estructurada.
Si bien no es desastroza, se siente como una oportunidad desperdiciada y que no cumple con lo que se prometió en este aspecto.
Lo que nos da un contenido con puntos muy altos en su jugabilidad y ambientación; pero muy bajos en todo lo demás.
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