Wu Yang llega a la carrera y enfila sonriente la entrada de su local estrecho, abarrotado de gente y mercancía. Un aguacero acaba de empapar el centro histórico de Ciudad de México, pero el Eje Central no ha tardado en recuperar su pulso de sábado por la tarde. La pequeña tienda administrada por Wu —de 38 años y originario de Liaoning, una provincia del norte de China—, ya parece hormiguero. Los clientes salen y entran y los estantes rebosan de productos baratos: accesorios para videojuegos, dispersores de esencias y una infinidad de electrodomésticos pequeños o artículos básicos de tecnología. Todo hecho en China. “Sé que no es de muy buena calidad, reconoce Wu, pero, ¿si esto sirve? La gente de México también necesita estas cosas. Si quieres cosas mejores puedes ir a los lugares caros”.
México, América, Latinoamérica, China, Importaciones, Ciudad de México, Racismo, Comercio Leer más
Descubre más desde Noticias al Momento
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.