Luiz Inácio Lula da Silva y Angela Merkel son dos figuras muy destacadas de la política global. Tanto al brasileño como a la alemana conocen la frustración de que los aviones oficiales fallen. Ni hablar, ninguna creación humana es perfecta.
La aeronave del gobierno de Brasil se estropeó hace unos pocos días, después de que despegara del AIFA con destino a Brasilia.
En 2018 tuvo problemas el avión llamado Konrad Adenauer —bautizado así en honor a uno de los padres de la Unión Europea—. Este Airbus A340-300 había despegado llevando como pasajera principal a la entonces canciller Merkel, quien iba a asistir a la cumbre del G20 en Buenos Aires, Argentina. Por problemas en los sistemas eléctricos, cuando volaba por los Países Bajos, dio media vuelta y aterrizó en Colonia, Alemania.
El percance no frustró la visita de Merkel a Argentina, aunque sí retrasó su llegada. ¿Cómo solucionó Angela Merkel el problema? Con una combinación sensata: la utilización de otro avión de la fuerza aérea alemana —la famosa Luftwaffe— y la adquisición de boletos, para ella y sus acompañantes, de un vuelo comercial. La segunda aeronave oficial la llevó a Madrid y, desde la capital de España, la célebre gobernante siguió su viaje a Buenos Aires en la aerolínea Iberia. Algunas personas que realizaban el mismo trayecto en clase ejecutiva la retrataron bastante relajada jugueteando con su celular, que por lo que leí sí tenía acceso a internet.
¿Cómo resolvió Lula su crisis aérea después de haber asistido a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum? Con otro avión oficial de Brasil. Por cierto, el brasileño no tuvo la paciencia de Merkel. Vale la pena sintetizar un reportaje de Naira Trindade que leí en La Nación de Argentina:
En el vuelo de regreso a Brasilia a Lula lo acompañaban su esposa, Rosângela da Silva (Janja), ministros y senadores.Después de despegar el avión “mostró los primeros síntomas de que algo no iba bien”. El piso de la aeronave temblaba por las turbulencias. “Salía humo de una de las turbinas”.“Lula saltó de su asiento… Cuando se enteró del problema, ordenó el regreso al aeropuerto mexicano. Pero los pilotos le dijeron que el avión estaba ‘lleno de combustible’ y que tendrían que gastarlo, porque no podían aterrizar con todo ese peso”.Alguien sugirió volar a Panamá para “gastar el combustible”. Pero la esposa de Lula decidió “que se quedaran allí, en una zona segura, cerca de la pista del aeropuerto internacional Felipe Ángeles”.“Lula pidió que nadie hablara con la prensa en ese momento”.“La situación ponía nervioso a Lula. Cuando tomó el teléfono presidencial, el mandatario explotó. El auricular no funcionaba”.“Un indignado Lula maldijo varias veces con sus malas palabras habituales”. Le indignaba que ese avión fallara aunque acabara de volver de mantenimiento.El tiempo pasó y se sirvió la comida.En el aire “Lula tomó una decisión drástica en la que necesitará al congreso: quiere comprar nuevos aviones”.Lula estaba enojadísimo porque la señal de internet iba y venía.“Pero el punto álgido de su irritación llegó al cambiar de avión”.En el segundo vuelo, Lula descubrió que el otro avión oficial “no tendría internet en las próximas horas, y que estaría sin comunicación con el Palacio de Planalto”.“Janja preguntó la razón de la falta de internet”. Se debía a “reducción de costos”.Al fin, después de muchas horas, el segundo equipo de AeroLula aterrizó en Brasilia.
¿Cómo volará Claudia Sheinbaum, si vuela, a la cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil?
La presidenta mexicana ha dicho que evalúa asistir o no a la reunión con los y las lideres de los países más importantes del mundo. Si Claudia me pidiera consejo, que no me lo ha pedido, le diría que:
Consulte las estadísticas de ClaudiaMetrics que hemos publicado: más del 70% de la gente entrevistada desea que ella, en relaciones internacionales, sea más activa que AMLO, quien no participó en ninguna cumbre. La inmensa mayoría de la población quisiera verla en Río de Janeiro al lado de quienes gobiernan Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, etcétera.Creo que si Lula viajó a México para estar con Claudia en el primer día de su gobierno, la mexicana debe agradecer el gesto del brasileño y acudir a Río de Janeiro.La presidenta Claudia Sheinbaum se vería bien combinando las soluciones que encontraron AeroMerkel y AeroLula para superar problemas en sus aviones: el vuelo de ida en aerolínea comercial y el de regreso en aeronave de la fuerza aérea mexicana.El regreso debe ser mucho más rápido porque a Claudia le importará estar en nuestro país a cualquier hora de la madrugada del 20 de noviembre para encabezar las celebraciones de la Revolución mexicana. El G20 se celebrará los días 18 y 19 del próximo mes.
Enseguida opciones de vuelos comerciales a Río de Janeiro desde la Ciudad de México —todos con escala—:
Aerolínea COPA: Clase turista: $14,040 pesos por persona. Clase ejecutiva: $74,960. Vuelo con escala en Panamá.American Airlines: Clase turista: $52,927. Clase premier: $89,835. Vuelo con escala en Miami.Avianca: Clase turista:$19,976. Clase ejecutiva: $61,324. Vuelo con esala en Bogotá.Aeromexico: Clase turista 25,827. Clase ejecutiva:124,385. Vuelo con escala en Sao Paulo. El vuelo entre Sao Paulo y Río de Janeiro lo opera GOL Linhas Aereas.Comentario: Un verdadero atraco que la clase ejecutiva de Aeroméxico sea tan cara. En la toma de protesta de la presidenta Sheinbaum vi al director de la aerolínea, Andrés Conesa. No lo saludé, pero si lo hubiera hecho le habría reclamado sus altísimas tarifas a todas partes. Al que también vi y sí saludé fue al accionista de referencia de Viva Aerobús, Roberto Alcántara. Esta línea aérea en crecimiento ya tendrá vuelos a todas partes y obligará a la abusiva Aeroméxico a moderar sus precios.
Sugerencia de nueva sección para las mañaneras de Claudia, que le puede gustar, o no, a la presidenta:
Las mañaneras son una buena idea. Pero todo lo humano es perfectible. En el tracking diario ClaudiaMetrics hemos preguntado sobre las mañaneras y, en general, sobre la política de comunicación de Claudia Sheinbaum.
En los primeros días del gobierno de la presidenta Sheinbaum las mañaneras han experimentado ciertos cambios respecto de las de López Obrador, pero tales modificaciones no han sido de ninguna manera radicales: duran menos tiempo, es verdad; cambió el color de la escenografía, habrá nuevas secciones y poco más.
Aunque es todavía temprano para una evaluación, la gente opina porque la gente no solo tiene derecho a opinar, sino que la gente manda —es lo que dicen en la 4T, tanto la del primer piso como la del segundo—:
Hay empate técnico entre la personas que desean un cambio profundo de formato de las mañaneras y quienes opinan que deben seguir como las del pasado: 43.7% está por los cambios radicales y 44.8% por no modificar las mañaneras.Más allá de las mañaneras, una gran mayoría, el 75.1%, considera que Claudia debe dar entrevistas cara a cara, inclusive frente a los periodistas de derecha más críticos del gobierno de izquierda.Sugiero una nueva sección para las mañaneras, que como dije puede gustarle, o no, a la presidenta Sheinbaum: dedicar una mañanera al mes o al bimestre a entrevistas con periodistas experimentados. Estamos ya un poco hartos de los improvisados youtuberos que acuden a Palacio Nacional, comunicadores que tendrán buenas audiencias, pero muy poco o nada de oficio.Denise Maerker podría hacer un muy buen trabajo en entrevista con Claudia en el salón tesorería de Palacio Nacional.Ciro Gómez Leyva lo haría igualmente muy bien, él solo frente a Sheinbaum, en una conversación libre. Ciro cambiará su residencia a Madrid y, desde allá, transmitirá su noticiero de Radio Fórmula: no hay problema, que entreviste por videoconferencia a la presidenta de México.Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez podrían salir de las instalaciones de El Heraldo Radio para acudir a la mañanera a entrevistar a Claudia.En los periódicos hay grandes entrevistadores, como Arturo Cano, de La Jornada. Habrá otros, sin duda.Una conversación sobre economía sería muy interesante con Darío Celis.León Krauze es muy bueno entrevistando.Excelente también es Adela Micha.Hasta Joaquín López Dóriga, en decadencia, podría realizar una medianamente aceptable entrevista con Claudia.Otro entrevistador de primer orden es Jorge Ramos.Me encantaría una entrevista en vivo, no grabada, no artísticamente editada, del muy talentoso productor Epigmenio Ibarra con nuestra presidenta.
Son ideas que podrían funcionar si se programaran una vez al mes o al bimestre para la mañanera. Es lo que yo pienso, pero quizá me equivoco porque no me dedico a organizar ruedas de prensa presidenciales.
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