Hace cosa de dos décadas y media, en aquellos 1999-2001 del cambio de siglo —cómo pasa el tiempo convendrá la interesada—, Paz Vega se convirtió en uno de los rostros más fotografiados, filmados y perseguidos del cine español. Su volcánica irrupción en la película Lucía y el sexo, donde correteaba desnuda por las playas de Formentera porque así se lo había pedido el director Julio Medem y porque así lo había aceptado ella sin prejuicios ni miedos, causó un impacto que pervive. Ya para entonces había conquistado el formato televisivo gracias a la imbatible mezcla de candor y poderío de su personaje de Laura en la serie 7 vidas (en Telecinco). Luego, tras rodar con los Martínez-Lázaro, Almodóvar y Aranda, se marchó a hacer las Américas, aunque las Américas se le resistieron. Su carrera se tambaleó entre algún éxito y numerosos claroscuros. Pero, al parecer, todo aquello era puro prolegómeno porque —sostiene— solo soñaba con dirigir. Y ahora —sostiene otra vez— el sueño se ha cumplido con creces y ella es feliz. Su primera película tras las cámaras, Rita, protagonizada por la asombrosa niña Sofía Allepuz y por ella misma, llegará a los cines el próximo 25 de octubre tras pasar por el Festival de Locarno y por la Seminci de Valladolid. Las siempre complejas relaciones que mantienen quienes dirigen las películas con sus actores y actrices es uno de los trasfondos de esta conversación con Paz Vega, actriz… y directora.
Paz Vega, Cine español, Sevilla, Actrices, Películas, Cine, Directores cine, Famosos, Cultura Leer más
Descubre más desde Noticias al Momento
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.