Claudia sabe: combatir la inseguridad y defender la soberanía… La oposición ganó Jalisco​

Empiezo por algunos datos del tracking diario ClaudiaMetrics:

El 45.7% de la gente piensa que Claudia Sheinbaum lo primero que debe hacer es atender la crisis de seguridad.El 17.5% opina que la presidenta debe ocuparse en primer lugar de los rezagos en salud.Un 16.5% cree que Sheinbaum tiene que poner su atención en los problemas de la economía.

Noticias de ayer explican por qué el tema económico preocupa menos que la seguridad y la salud: el peso mexicano fue una de las divisas que más se apreció frente al dólar. Ojalá los y las especialistas en economía de nuestro país dejen ya de pronosticar caos financiero. No han comprendido que la llegada de Claudia a la presidencia generó optimismo entre inversionistas e insisten en un alarmismo fanático que a nadie ayuda.

La presidenta dará a conocer su plan de seguridad la próxima semana. Ya afirmó, por cierto, que no regresará la irresponsable guerra contra el narco de Felipe Calderón.

La seguridad pública es prioritaria, pero no se deben repetir errores del pasado.

La mayoría, resulta clarísimo en el tracking ClaudiaMetrics, desea que Claudia sobre todo atienda la crisis de violencia que aterroriza a nuestro país desde que Calderón lanzó su guerra contra el narco con la única intención de que se olvidara el fraude electoral que lo llevó a la presidencia.

Calderón, en un acto de traición a México, entregó la estrategia y la conducción de las operaciones bélicas a Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos por haber colaborado con las mafias del narcotráfico.

Con la Guardia Nacional que nació el sexenio pasado, la presidenta trabajará para pacificar a México. Tiene equipo para hacer la tarea, en especial Omar García Harfuch, su secretario de Seguridad, un experto en cuestiones policiacas que ayudó a Sheinbaum a disminuir en forma notable los delitos en la Ciudad de México.

Es verdad, la Guardia Nacional resulta fundamental en la actual estrategia contra la violencia. Pero no solo la Guardia Nacional: las fuerzas armadas también participan y, dadas las circunstancias, el papel que les toca desempeñar resulta absolutamente fundamental.

Hace unos minutos abrí la página de internet del diario Reforma. Su foto principal era parecida a la que encabeza este artículo: la presidenta Claudia Sheinbaum en un vehículo militar teniendo a su lado a los secretarios de Defensa y Marina, general Ricardo Trevilla y almirante Raymundo Pedro Morales, respectivamente. Ocurrió en el evento de salutación a la presidenta organizado por las fuerzas armadas y la Guardia Nacional en el Campo Marte.

Más abajo en la web de Reforma aparecía una nota que esclarece el significado trascendente de que Claudia, comandanta suprema de las fuerzas armadas de México, reciba evidentes muestras de lealtad de parte del ejército y la marina. En esa nota Donald Trump amenaza con acciones militares de Estados Unidos contra cárteles de la droga que operan en nuestra nación.

El problema del narcotráfico lo tendremos que resolver mexicanos y mexicanas, destacadamente la presidenta Sheinbaum y su gabinete de seguridad. Si permitiéramos que Estados Unidos emprendiera cualquier iniciativa militar en México, empezaríamos a perder la soberanía, lo que representaría un proceso que podría terminar con el fin de México como nación independiente.

En su discurso, el general Trevilla dijo que a las fuerzas armadas les motiva que, por primera vez en la historia, les guíe una comandanta suprema y en seguida recordó que la presidenta Sheinbaum, en el segundo día de su mandato, “tomó acciones inmediatas asistiendo al estado de Guerrero, en el que lamentablemente connacionales atraviesan momentos de dificultad por el huracán John y donde se encuentran las tropas desplegadas ayudando a la población”.

Las fuerzas armadas van mucho más allá de los operativos contra las bandas que violan la ley. También —y sobre todo— ayudan más que nadie en las catástrofes naturales, desgraciadamente tan frecuentes.

Acompañada de las fuerzas armadas la presidenta viajó a Acapulco, por tierra, la tarde del segundo día de su administración. Lo hizo para apoyar a la gente que tanto sufre por la fuerza de un nuevo huracán, el segundo en muy poco tiempo. Ha supervisado las tareas de rescate y encabezado nuevos planes para la reconstrucción. Claudia estuvo ahí, con militares, para sembrar ya no la esperanza, sino la certeza de que el Estado mexicano no abandonará al que debe volver a ser nuestro principal destino turístico.

Aquí un audio de mi comentario sobre ClaudiaMetrics en El Heraldo Radio en el noticiero de Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez:

Jalisco merece salir de la incertidumbre electoral

Estuve ayer en Guadalajara invitado por la organización Confío en México que dirige el activista Salvador Cosío. Se me pidió expresar mi punto de vista acerca del triunfo del candidato de Movimiento Ciudadano a gobernador, Pablo Lemus, que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación podría indebidamente anular.

Dije, en resumidas cuentas, que sería un crimen democrático la anulación de la victoria de Lemus, quien superó limpiamente, por bastantes votos de diferencia, a la candidata de Morena, Claudia Delgadillo, una política realmente decepcionante.

En el arranque de las campañas las encuestas de MetricsMx, sin duda las mejores durante el pasado proceso electoral, daban como ganadora a la candidata de Morena, pero muy rápido cayó en las mediciones de preferencias, y así Lemus la empató y posteriormente la rebasó.

Delgadillo tenía que haber ganado porque contaba con todo a su favor: la enorme popularidad de AMLO, la extraordinariamente eficaz campaña de Sheinbaum, las poderosas estructuras de Morena y hasta el apoyo del gobernador Enrique Alfaro, quien llegó a fintar con una traición ya que nunca estuvo de acuerdo en que Pablo Lemus fuera el candidato de Movimiento Ciudadano.

Si la candidata de Morena perdió su enorme ventaja en Jalisco se debió, sin duda, al mejor trabajo del candidato de MC, pero especialmente a los errores de Delgadillo: pésima su estrategia general, más que lamentable su oratoria, desorganizados sus mítines, un desastre absoluto.

Morena perdió Jalisco y ganó MC. Debe respetarse el triunfo de Pablo Lemus.

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