En una impactante escena que dejó a todos los presentes con el corazón en la boca, una camioneta de carga estuvo a punto de provocar una tragedia este miércoles 2 de octubre en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Durante las primeras horas de la mañana, el vehículo perdió el control en una curva peligrosa de la avenida Capitán Carlos León, justo en el tramo que conduce a la Terminal 1 del aeropuerto, y volcó dramáticamente, quedando suspendido a escasos metros de un precipicio de aproximadamente 10 metros que da al Circuito Interior.
El momento de caos ocurrió en un abrir y cerrar de ojos: la camioneta se deslizaba peligrosamente mientras viajaba a una velocidad que claramente no era adecuada para las circunstancias, aparentemente debido al peso excesivo de su carga. Tras perder el control, se estrelló violentamente contra la barrera de contención que evitó lo que pudo haber sido un desastre monumental, quedando al borde del abismo.
La imagen es espeluznante: la defensa de la camioneta aplastada contra el metal, una de las barreras de protección doblada y retorcida, y la sensación constante de que, de un momento a otro, el vehículo podría caer y generar una catástrofe en la siempre congestionada arteria vial del Circuito Interior.
Afortunadamente, la suerte estuvo del lado de todos los involucrados. A pesar de lo espectacular del accidente, no hubo heridos. El conductor, milagrosamente, logró salir ileso del vehículo, aunque probablemente con el susto de su vida. Mientras tanto, la vialidad quedó bloqueada mientras los bomberos del aeropuerto y el equipo de emergencia trabajaban sin descanso para levantar el vehículo volcado, con el apoyo de una grúa especializada.
Este incidente se convierte en una advertencia sombría de lo que puede suceder cuando las medidas de seguridad no se toman con la seriedad que requieren, especialmente en un área tan transitada como las cercanías del AICM.