Si cuento con la amable lectura de ustedes, de entrada les doy las gracias pero también pido disculpas.
Les he compartido que este reality siempre me ha llamado la atención porque como psicóloga, me parece interesante el comportamiento conductual de varias personas dentro de un encierro y de un aislamiento.
La última Casa de los Famosos México me pareció interesante, divertida y novedosa. Wendy Guevara la ganadora, creó polémica y causó diversión a muchos. Ganó de manera merecida e íntegra porque no pasó por encima de nadie para obtener el primer lugar. Fue auténtica y libre. Y eso hizo que realmente todos los habitantes de la casa terminaran respetándola y por lo tanto entre todos la encumbraron hacia el primer lugar.
La Casa de los Famosos USA realmente fue una porquería. Creo que ni siquiera la ganadora ha vuelto a mostrarse ante las cámaras y nadie de ahí ha resaltado y ha remontado en sus carreras como actrices y actores.
Esta última Casa de los Famosos México me pareció que podría ser interesante, porque algunos de los participantes tienen historias particulares de vida como Mario Bezares o como la misma Paola Durante que extrañamente fue la primer expulsada, siendo que había mostrado una conducta intachable, fue compasiva y educada con los demás. Creo una figura en torno a ella que le era necesaria porque hoy por hoy se le sigue relacionando con el asesinato de Francisco Stanley.
Pero a raíz de su salida unos contra otras han “aprendido” a jugar: Utilizando lo que más le duele al otro, lo que el otro abrió y compartió para usarlo para debilitar al contrincante.
Cosas que hablaron y abrieron como una forma de victimizarse o también confiando en que estaban en un entorno familiar y creían que ese espacio era apto para contar lo que les dolía.
La bajeza más grande que una persona puede hacerle a otra es utilizar lo que alguna vez alguien les confió para herirlo y debilitarlo.
Esa es esta Casa de los Famosos.
A veces comento en TikTok las cosas que suceden en la casa que me parecen un abuso y una falta de respeto. Lo hago básicamente porque tengo hijos adolescentes y ellos mismos ven mis videos y ven el reality. A ellos les digo: Así no se juega.
No se puede apoyar un programa donde hay un hombre o dos: Adrián Marcelo o Ricardo Peralta que han maltratado verbalmente a otras mujeres, usando y abusando de sus debilidades para debilitarlas justamente.
No puedo seguir apoyando un programa en donde todos están llevando al abismo y acorralándolos contra la pared a otros, usando sus historias dolorosas del pasado, los absurdos sexuales que vivieron, las rupturas familiares. Es que han sufrido.
Me impresiona que la productora Rosa María Noguerón permita que sucedan estas cosas. Claro, para ella esto son puntos, es rating, es dinero, a costa del sufrimiento de otros, a costa de que la salud mental de los participantes sea afectada.
Porque no sirve de gran cosa que los participantes puedan acudir a platicar con un psicólogo. Es como ponerle un parche a la herida.
Ellos , todos los que ahí participan tendrán heridas enormes causadas por otros, ni siquiera por ellos mismos.
Necesitamos contenidos donde haya amor, donde se hable de la compasión y la solidaridad, todas esas cosas que fingieron todos los participantes ser con tal de mostrarse con una máscara falsa para encajar.
Hoy todos ellos llegan a la bajeza como Mariana para hacerle bullying a otra mujer al grado de invisiblizarla e ignorarla.
El llamado “gosthing” que es un especie de bullying.
¿Les suena divertido? A mí, no.
Y como en este país nada en censurable ni sancionable también pasará lo mismo con este programa.
No… no me arrepiento de haberles confesado que todos esos realitys siempre me han entretenido… Pero Este no. Verlo me hace complica del daño que unos infringen contra otros.
Buscaré ver algo que me aporte y no me reste.
Hagan lo mismo… Es cuanto.
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