Pánico en la casa de transición​

“Recuerda que el fracaso es un evento no una persona.”

ZIG ZIGLAR

No seamos alarmistas. Total, el peso solo se ha depreciado un 18% desde el dos de junio para acá (valía 16.50 pesos por dólar el día de las elecciones federales y hoy se cotiza en 19.55). Insisto, no seamos alarmistas. El índice Standard & Poor’s (S&P 500) cayó un 3% con respecto a sus ganancias de la semana pasada y en un solo día se esfumaron más de 1.93 billones de dólares del mercado de valores estadounidense. Total, las operaciones y pérdidas de ayer en esa nación solo cimbraron al resto del planeta…

Si bien los economistas de Goldman Sachs recomiendan mantener la calma y no temer un bache en la economía estadounidense (¿qué otra cosa van a decir?), los mercados no dejan de estar nerviosos. Los últimos números de la actividad económica y del mercado laboral estadounidense está metiendo sustos. El desempleo se incrementó en Estados Unidos y existe el riesgo —aunque limitado— de que esa nación sufra una recesión…

La mencionada compañía de inversiones dice: “la economía de Estados Unidos se ve bien en lo general, no presenta desbalances financieros y la Reserva Federal tiene mucho espacio para recortar las tasas de interés y lo puede hacer de manera rápida”. Eso es bueno, está bien explicado y es de fácil comprensión. Lo malo es que la economía mexicana no comparte las mismas características que su vecino del norte…

Así que, más allá de que López Obrador desestime las advertencias (ayer en su mañanera) o recurra a culpar al exterior de lo que pueda suceder en México (al tiempo), la tormenta que aquí se forma podría resultar una prueba de fuego para Claudia Sheinbaum.

Veámoslo primero por el lado amable: ya hubiera querido Zedillo, antes de asumir el poder, tener las señales de advertencia que hoy sí puede leer (más vale que lo haga) la futura presidenta.

Ahora por el lado crítico: resulta que la Secretaría de Hacienda informó el pasado 30 de julio que la deuda pública neta de México alcanzó el 47.6% del PIB, esto es, el nivel más alto de los últimos 30 años (mucho más alto que la que se tenía cuando se dio ‘el error de diciembre de 1994′). Ello significa que Sheinbaum/Ramírez de la O no tienen mucho margen para dónde hacerse.

Se cuece una catástrofe, tanto por la caída del peso, como por el alto nivel de deuda que está heredándole López Obrador.

Zedillo logró conseguir un préstamo importantísimo por parte de Estados Unidos para salir de la crisis. Mas, con las condiciones que tenemos hoy en día, el pronóstico se vuelve bastante más complicado para Claudia. Sin olvidar un ingrediente peor: la muy posible desaparición —eso significa la reforma— del Poder Judicial producto de un muy posible control por parte de Morena y aliados de las mayorías calificadas en ambas cámaras.

Es irónico: el poco margen de maniobra que tendría Claudia, y que es independiente de lo que ocurra en el plano internacional, radica en sus estrategias en materia de políticas públicas. Pero este margen lo perderá si se aprueban todas las reformas del Plan C de Andrés Manuel. Aprobar las reformas la va a atar de manos a ella.

López Obrador le ha tendido una trampa a su sucesora. Se ha dedicado a decir que las finanzas sanas y el peso fuerte han sido gracias a él, lo cual es falso.

Como falso es decir que nuestra economía es sólida en sí misma; el crecimiento es menor al esperado, la inflación no cede, hay desconfianza para la inversión, la violencia cobra piso a los empresarios chicos, medianos y grandes.

Además, la deuda de Pemex es sinónimo de lastre para la economía mexicana (101,500 millones de dólares); de esos, 21,700 millones es lo que Petróleos Mexicanos debe pagar este año por concepto de vencimientos, lo que equivale a las ventas de la empresa en todo un trimestre (El Economista) Tan solo la deuda que tiene con sus proveedores supera los 9 mil millones de dólares…

Los estímulos fiscales que Hacienda otorgó a la petrolera solo en el último trimestre de 2023 y durante enero 2024 fueron de 112 mil millones de pesos. Un barril sin fondo y eso que no se cuenta lo que todavía falta lo que habrá que inyectarle a Dos Bocas…

Mismo antes de asumir el poder, a Claudia Sheinbaum se le agota —y muy rápido— el recurso de repetir todo lo que dice López Obrador. En términos de economía, además de sonar a elemental repetidora, ella comienza a cargar un problema. Insisto, para eso Claudia tiene a Ramírez de la O; lo echará en cuanto las cosas se salga de control.

Pero hay más: resulta que López Obrador la tiene a ella para echarla de su propio gobierno, esto es, después del 1 de octubre, si algo sale terriblemente mal. López Obrador no desaprovechará regresar para “salvar la situación”. Lo hará gustoso y los votantes 4t le abrirán las puertas de par en par.

El pánico en la casa de transición existe. Alguien pagará los platos rotos y la resaca de la borrachera que significó este sexenio. Si las cosas siguen como van, quien estará en el banquillo de los acusados será Sheinbaum.

Giro de la Perinola

– Se avisa con tiempo: si los legisladores aprueban en septiembre las reformas enviadas por López Obrador en los mismos términos en que fueron presentadas, lograrán que el tipo de cambio rebase los 20 pesos y se quede así de manera definitiva.

– Más de 863 mil empleos formales se perdieron en junio; son más de los que se habían creado este año… Eso debería preocupar —y mucho— al equipo de Claudia Sheinbaum.

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